Estadio Deportivo3 min lecturaEl Espanyol, pese a perder contra el Alavés en Mendizorroza (2-1), ha asegurado la permanencia matemática en Primera división tras el empate del Mallorca contra el Sevilla (0-0), una salvación que no maquilla un final de curso nefasto en cuanto a resultados y sensaciones.
El conjunto blanquiazul ha sumado un punto de los últimos quince posibles en LaLiga. Solo ha empatado frente a Osasuna (1-1) en estas cinco últimas jornadas. Es la peor racha del equipo en toda la temporada y derrumba por entero el rendimiento de la primera vuelta, que el equipo completó con 26 puntos y noveno.
El equipo ha perdido sus señas de identidad a medida que avanzaban las jornadas. La seguridad en el RCDE Stadium ya no es tan férrea, su solidez defensiva es menor y sigue sin brillar a domicilio. De hecho, l equipo catalán es el segundo peor visitante, con ocho puntos, solo por delante del Alavés, con seis.
Este cóctel, sumado a un juego gris del conjunto blanquiazul, ha causado desesperación entre los aficionados periquitos, que han expresado su malestar tanto en las gradas como en las redes sociales. No es el final que ningún seguidor quería para un equipo que incluso hablaba de la salvación como un "primer objetivo".
El capitán David López se mostró "dolido" tras la derrota contra el Alavés, en declaraciones al club: "Queríamos los tres puntos. Queremos ganar el último partido en casa por nuestra afición porque han sido dos años muy complicados y ha estado siempre detrás del equipo".
Al rendimiento del Espanyol en este tramo final de competición se suma la incertidumbre en la parcela deportiva de cara a la próxima campaña. La continuidad del director deportivo, Francisco Joaquín Pérez Rufete, y la del entrenador, Vicente Moreno, ambos con contrato en vigor, está bajo los focos.
Además, como afirmó el consejero delegado, Mao Ye, tampoco está asegurado el futuro de su jugador franquicia, Raúl de Tomás. El internacional, por su parte, ha protagonizado una polémica con el técnico, que le agarró por la pechera tras ser sustituido en el Bernabéu, aunque públicamente ambos han calmado las aguas.
El Espanyol, de nuevo, sigue abonado al 'Día de la Marmota'. Esta película, estrenada en 1993 y protagonizada por Bill Murray, narra la historia de un hombre del tiempo obligado a repetir el mismo día una y otra vez. El argumento de la comedia bien podría extrapolarse al rendimiento blanquiazul.
No es la primera que el cuadro catalán se desinfla en el tramo definitivo cuando hacía relativamente poco parecía aspirar a objetivos más ambiciosos. Faltan dos jornadas para romper este guion y hacer una declaración de intenciones: Valencia, en casa el sábado tras un cambio de calendario, y el Granada fuera.