Barcelona, 4 jul (EFE).- El entrenador del Espanyol, Vicente Moreno, afronta una nueva etapa como blanquiazul en la que liderará un proyecto que, como mínimo, aspira a mantenerse en Primera, algo que el técnico no logró con el Mallorca, con el que también ascendió en la 2018-19 y volvió a Segunda el curso siguiente.
La segunda etapa de Vicente Moreno al frente del equipo arranca este mismo domingo. La plantilla se someterá a pruebas PCR, según los protocolos sanitarios de LaLiga, para descartar que exista algún infectado de coronavirus en la plantilla. Mañana, lunes, el bloque realizará los habituales tests físicos y médicos.
El primer entrenamiento del grupo será el 6 de julio en la Ciudad Deportiva Dani Jarque. La primera parte de la preparación se llevará a cabo en este escenario hasta el día 18 del mismo mes. El 17, el Espanyol disputará su primer amistoso contra el Nàstic de Tarragona en el Nou Municipal de la localidad tarraconense.
A partir del 19 de julio, y hasta el 30, la plantilla blanquiazul se desplazará a Marbella, donde realizará la segunda gran parte de la pretemporada. El club trabaja para cerrar más amistosos, todavía sin concretar, para llegar en forma al estreno de LaLiga visitando a Osasuna el fin de semana del 14 de agosto.
El entrenador del proyecto, Vicente Moreno, afronta el reto de consolidar al Espanyol en una categoría donde, por historia, está obligado a permanecer. La temporada en Segunda División fue meteórica, logrando el ascenso a falta de cuatro jornadas para el final, pero en Primera el ecosistema al que se miden es muy distinto.
El club ha reconocido que la economía de la entidad está muy marcada por el límite salarial. La ampliación de capital aprobada en la Junta de Accionistas de 38 millones de euros, realizada a finales de junio, permite un cierto margen para acudir al mercado. En cualquier caso, no se perfilan grandes novedades.
Vicente Moreno dispondrá, en líneas generales, de los mismos futbolistas con los que ha rubricado el ascenso a LaLiga Santander. La sintonía entre el cuerpo técnico y los jugadores es positiva y todos están convencidos de que podrán trasladar las sensaciones de Segunda a Primera.
En cualquier caso, ni futbolistas ni técnicos esconden que la exigencia será mayor. Tanto por el nivel de los rivales en la competición como por el listón de los propios seguidores periquitos, que no aceptarán otra temporada con sufrimiento, como ocurrió en el curso que les mandó a Segunda.
De esta forma, el crédito con el que parte Vicente Moreno, su equipo de trabajo y el resto de la plantilla es elevado. Se lo han ganado subiendo a Primera sin titubear. Sin embargo, no es ningún secreto que los resultados, en el fútbol, si no son los esperados suelen borrar los buenos recuerdos. EFE
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