Álvaro Cervera, de Dios a villano en seis meses

Álvaro Cervera, de Dios a villano en seis meses
Álvaro Cervera, de dios a villano en seis meses. - Efe
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Con Álvaro Cervera se marcha el entrenador que ha dirigido más partidos al Cádiz en su historia, un total de 257, y el técnico que logró el último ascenso a Primera división, además de una holgada permanencia la pasada temporada que incluyó sendos triunfos ante los dos clubes más laureados de España, Real Madrid y Barcelona.

Cervera, de 56 años, sacó hace seis temporadas al Cádiz del pozo de la Segunda B para meterlo recientemente en la máxima categoría bajo la premisa de un fútbol poco agraciado para el espectador pero eminentemente efectivo: orden defensivo, presión, salida por velocidad y remate. Esta temporada, estos atributos se han diluido y a Cervera los pobres resultados del Cádiz lo han mandado al paro.

Catorce puntos de sesenta posibles, sólo dos triunfos -ninguno en su casa- y diez derrotas jalonan el balance negativo de los gaditanos que, además, son el segundo equipo que más goles recibe (34) y el segundo también que menos marca (15).

Cervera, el arquitecto del último ascenso del Cádiz, ha visto cómo en medio año ha pasado de ser una especie de dios para el cadismo a recoger sus pertenencias de la taquilla del vestuario.

Conocido como Álvaro en su etapa de futbolista profesional, fue en los años ochenta y noventa un delantero cotizado que alcanzó la internacionalidad y despuntó en Primera en el Mallorca, Valencia y Racing de Santander.

Precisamente en este club le dieron la primera oportunidad de entrenar en Primera división. En la temporada 2011-12, llegó como revulsivo a un equipo situado en la parte baja de la tabla, no pudo revertir la situación, los racinguistas descendieron y no continuó.

La oportunidad le llegó después de muchos años en categorías inferiores, en una Segunda B en la que entrenó a ilustres como la Cultural Leonesa, el Real Jaén o el Castellón, con el que logró su primer ascenso. En la categoría de plata tuvo una breve etapa en Huelva, de donde se marchó seducido por la oferta del Racing. Pero no conseguir la permanencia le hizo caer de nuevo a la infausta categoría de bronce.

El Tenerife lo reclamó para volver al fútbol profesional y lo consiguió. En 2013, segundo ascenso de Cervera a Segunda. Esta vez sí continuó, aunque en su tercera temporada al frente de los tinerfeños fue destituido.

Vuelta a empezar, otra vez a Segunda B. Al final de la campaña 2015-16 lo llama el Cádiz. Peligra incluso entrar en la fase de ascenso, pero lo consigue y el ascenso se plasma en seis encuentros, en los que se ve otro Cádiz. Bajo el sello de Cervera, ese que esta temporada ha perdido el equipo gaditano.

En las cuatro campañas siguientes en la categoría de plata, el Cádiz siempre estuvo en los puestos altos de la tabla. Un año jugó la promoción de ascenso, los dos siguientes estuvo cerca y en la 2019-20 consiguió subir a la máxima categoría.

Tal era la confianza del club en Cervera que lo renovaron por cuatro temporadas, de las que sólo ha podido cumplir una y media. La primera, rememorando el apelativo de aquel Cádiz 'matagigantes' de los años ochenta y en esta, cayendo a los abismos.