La selección brasileña de fútbol confirmó este martes, después de la victoria sobre Paraguay en las Eliminatorias para el Mundial de Catar 2022, su participación como anfitriona de la Copa América que se disputará en Brasil y, aunque negaron un boicot, manifestaron su inconformismo ante el torneo.
"Estamos en contra de la organización de la Copa América, pero nunca le diremos no a la selección brasileña", afirmaron en un manifiesto los jugadores y miembros del Cuerpo Técnico de la Canarinha.
Brasil aceptó a última hora organizar el torneo, que se disputará entre el 13 de junio y 10 de julio en Brasilia, Río de Janeiro, Cuiabá y Goiania después de que Colombia, por razones de orden público, y Argentina, por la crisis sanitaria del coronavirus, desistieran del mismo.
"Es importante destacar que en ningún momento quisimos volver esta discusión en un asunto político", apuntó el manifiesto, en el que los deportistas y entrenadores resaltaron que, a pesar de ser un grupo "cohesivo", tiene "ideas distintas".
"Por diversas razones humanitarias y de índole personal estamos insatisfechos con la conducción de la Copa América por parte de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol), fuese ella asignada tardíamente para Chile -país que también fue considerado- o en Brasil", dijeron en el comunicado.
"Todos los hechos recientes nos llevan a creer que su realización es un proceso inadecuado", apuntaron los integrantes de la Canarinha, quienes, sin embargo, aseveraron que son "trabajadores y profesionales del fútbol" con "una misión para cumplir con la historia de la camiseta 'verdeamarela' petacacampeona mundial".
TORNEO EN MEDIO DE LA PANDEMIA
La aceptación de acoger el torneo por parte del Gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en medio de una pandemia que no da señales firmes de desaceleración y que este martes superó los 17 millones de casos confirmados y las 475 muertes asociadas a la covid-19, provocó críticas en el país.
El jueves, incluso, la corte Suprema realizará una sesión extraordinaria para analizar un pedido presentado por la oposición a Bolsonaro, que solicita la cancelación inmediata del torneo en suelo brasileño.
Bolsonaro, por su parte, insistió en que el torneo se realizará con los protocolos de la Conmebol aplicados a la Copa Libertadores y a la Copa Sudamericana y que las criticas partieron de la red Globo, con quien el mandatario mantiene una tensa disputa y que no tendrá los derechos de transmisión.
RUMORES DE BOICOT
Esta semana circuló en varios medios locales que los jugadores brasileños renunciarían a participar y que se tenían reuniones con los capitanes de otras selecciones participantes para fijar una posición conjunta sobre su participación o no en esta polémica edición del torneo de selecciones más antiguo del mundo.
Se llegó a mencionar, incluso, sobre la salida de Tite del comando técnico, a pesar del rendimiento del 100 %, ahora con 18 puntos producto de seis victorias en igual número de partidos y barajar como su eventual sustituto el nombre de Renato Gaúcho, que dejó este año al Gremio de Porto Alegre.
"Nos manifestamos para evitar que más noticias falsas involucren nuestros nombres", subrayaron los jugadores y el cuerpo técnico en el manifiesto.
Después del partido en Asunción, el zaguero Marquinhos declaró a los periodistas que ante ese "contexto de la Copa América" el grupo "discutió mucho interna y externamente", pero que mucho se habló "sin saber las verdades" de lo que estaba ocurriendo.
"En ningún momento nos negamos a vestir esta camiseta, porque eso es nuestro sueño desde niños. Entonces, el mayor orgullo es estar vistiendo esta camiseta y, a partir de ahora, vamos a ver qué es decidido porque existe una jerarquía y somos conscientes de nuestro papel importante", puntualizó el defensa del París Saint Germain.