Women's Soccer School Barcelona: ninguna niña en fuera de juego

Women's Soccer School Barcelona: ninguna niña en fuera de juego
Women's Soccer School Barcelona: ninguna niña en fuera de juego
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura
"Ha habido un cambio, pero aún hay muchísimo camino por recorrer", arranca Soraya Chaoui (Barcelona, 1990), impulsora y presidenta de la Women's Soccer School Barcelona, un club-escuela de fútbol exclusivamente femenino que, bajo el lema 'Ninguna niña en fuera de juego', agrupa a más de 150 jugadoras.

"El objetivo del club es empoderar a la niña y a la mujer en el mundo del deporte, generar referentes, ejemplos e ídolos a seguir femeninos y potenciar el deporte femenino", prosigue Chaoui.


La presidenta añade que la WSS, creada en 2017, es "un sueño hecho realidad a nivel personal y a nivel práctico, una escuela de fútbol abierta a todas las chicas del área metropolitana de Barcelona".


En la misma línea, Alicia Sanjurjo (Barcelona, 1985), responsable del programa de fútbol sala del club, reivindica que "es un club pensado y hecho por y para chicas", y celebra estar contribuyendo al camino "irreversible e imposible de detener" que ha emprendido el fútbol femenino "para hacerse un hueco en este mundo tan masculino".


El club, que va creciendo progresivamente, anteponiendo la calidad a la cantidad, cuenta ya con 13 equipos, y este curso ha estrenado el conjunto sénior, en el que compite Alexia von Mosch Plans (Sant Cugat del Vallés, Barcelona, 1999), que a la vez dirige el equipo alevín de la WSS.


Van Mosch cree que el fútbol "está cambiando" su mentalidad. "Las más pequeñas tienen en quien fijarse: Alexia Putellas, Alex Morgan, Marozsán... Esto antes era impensable. Antes solo se tenían referentes masculinos, y la mujer era invisible", afirma regresando a aquellos tiempos en los que, de niña, se enfadaba constantemente porque la miraban de forma rara cuando decía que jugaba a fútbol.


"Ahora ya no es raro. Cada día hay más licencias. Todavía se dan demasiadas situaciones injustas e inexplicables, como dar por finalizada la liga femenina y la masculina no, y aún quedan muchísimas cosas por lograr, pero se ha dado un golpe sobre la mesa y esto ya no se va a parar", añade la jugadora.


La WSS, de hecho, nació en parte del desgaste, el enfado y la frustración que sentían sus impulsoras tras demasiados años comprobando que "el equipo femenino era el último equipo del club en importancia", lamenta Sanjurjo.


"Siempre con los peores horarios, los peores campos, las peores equipaciones y todo lo peor, a años luz del trato hacia los equipos masculinos", añade.


"Muchos clubes tienen su estructura porque tienen que tenerla, por presión popular. Hace falta mucha reflexión", afirma Chaoui, que impulsó el nacimiento de la WSS para que las jóvenes no tuvieran que "sufrir" las "realidades sorprendentes" que padecieron su generación y aún más las anteriores para jugar.


"Jugar a fútbol antes siendo mujer era una utopía. Y es un orgullo ver cómo se ha avanzado, y, a la vez, cómo ha avanzado el club", enfatiza la presidenta de una entidad que nació "para unir mujer y deporte" y que trabaja para seguir andando hacia la equidad. Y para que todas las niñas puedan soñar con ser futbolistas, y que ninguna se quede en fuera de juego.


Arnau Segura.