La audiencia media en directo llegó a los 17,27 millones, cifra que duplicó los 8,39 de la edición pasada.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, cree que Mundial "fue un fenómeno cultural que atrajo la atención de los medios de comunicación como nunca". Superar los 1.000 millones de espectadores es "buena muestra del despegue del fútbol femenino".
Añadió que si el fútbol de primera categoría se promueve y se retransmite "da igual si es masculino o femenino, los aficionados lo verán".
Durante el torneo se disputaron 52 partidos en nueve ciudades de Francia. La final entre Estados Unidos y Holanda fue el partido más visto, no solo de esta edición sino de la historia del torneo, con 82,18 millones de espectadores, un 56% más que en la final de Canada 2015.