Gianluigi Buffon, veterano portero del Juventus Turín, analizó en una carta autobiográfica publicada este martes su larga experiencia en el mundo del fútbol y los problemas que tuvo para gestionar el éxito y vencer la depresión.
Buffon, de 41 años, confesó que la presión y el ritmo de vida repetitivo del futbolista le provocaron una profunda depresión cuando tenía 26 años, de la que salió acercándose a la cultura y aprendiendo a valorar "las pequeñas cosas", según se lee en una larga carta publicada en "The Players' Tribune".
"Si vives de forma nihilista, fijándote solo en el fútbol, tu alma empezará a cambiar. Al final estarás tan deprimido que ya no tendrás ganas de levantarte de la cama", escribió Buffon, que se dirigió idealmente a sí mismo cuando tenía 17 años y empezaba su carrera. "Puedes reír, pero es lo que te pasará. Llegará en el momento más alto de tu carrera, cuando tendrás todo lo que un hombre puede pedir a la vida. Tendrás 26 años, serás el portero del Juventus y de la Selección. Tendrás dinero y respeto. La gente te llamará 'Supermán'", prosiguió.
Buffon explicó que el fútbol puede "convertirte en un robot" a causa del repetirse a diario de entrenamientos y partidos, y que un día, al no tener fuerzas, decidió cambiar sus costumbres e ir a visitar un museo.
Fue allí cuando vio el cuadro titulado "El Paseo" del pintor ruso naturalizado francés Marc Chagall, en el que se aprecia al autor que sujeta por una mano a su mujer mientras esta fluctúa libremente en el aire. "Esta imagen te hará sentir como un niño, la sensación de la felicidad en las cosas simples", escribió Buffon, quien reconoció que regresó varias veces en ese período al museo turinés para ver esa obra, actualmente expuesta en el Museo Estatal Ruso de San Petersburgo.
En su larga carta, el guardameta italiano destacó la importancia de considerarse un "hombre normal, como los demás", pese al éxito del futbolista, y repasó la larga serie de errores que cometió en su juventud. Como cuando quiso animar a sus compañeros del Parma con una frase que no sabía estar vinculada al fascismo o cuando, aún joven, salía de fiesta antes de sus partidos.
"Pero los errores son importantes porque te recuerdan que eres humano. Te recordarán que no sabes nada, amigo mío. Es importante porque el mundo del fútbol tratará de convencerte de que eres especial, pero acuérdate de que no eres distinto con respecto al hombre del bar o al electricista, de los que eres amigo", escribió.