La mala racha que encadena el Rayo, que no ha sumado ninguno de los últimos veintiún puntos en juego, ha provocado que ahora sí la directiva baraje como una posibilidad real la destitución del entrenador madrileño, que hasta el momento había gozado de la confianza para revertir la situación.
En las semanas anteriores, pese a los malos resultados, según pudo saber EFE, "no se planteó en ningún momento el cese" de Míchel al gozar de "plena confianza" por parte de la directiva.
El partido frente al Villarreal era importante por varias razones. Una para revertir la racha, dos por ser ante un rival directo por la permanencia y tres para levantar el ánimo de una plantilla que da muestras de estar bloqueada y en defensa ser muy frágil.
Con 23 puntos en la clasificación, el Rayo ya ve la salvación a seis. Quedan por delante diez partidos y desde el club cifran la permanencia "como mínimo en cinco victorias" dependiendo de otros resultados.
Por Vallecas pasarán el Betis, Valencia, Huesca, Real Madrid y Valladolid, mientras que a domicilio visitarán al Eibar, Athletic Club, Sevilla, Levante y Celta de Vigo la última jornada.
Los errores en defensa y la facilidad para conceder ocasiones, tanto en juego como a balón parado, es algo que preocupa a la directiva, que ve como jornada tras jornada siguen las mismas carencias y el equipo se desangra atrás. En total el Rayo ha recibido 51 goles en 28 partidos, casi una media de dos por partido.
Las próximas horas serán decisivas para el futuro de Míchel, cuya continuidad ya no se da por segura, según ha podido saber EFE de fuentes del club.
"No sé si me van destituir, con fuerzas estoy y hay puntos para salvarnos. Me preocupa más el trabajo y el juego del equipo", dijo Míchel, al término del partido en Villarreal.
Desde el club madrileño ven este parón liguero por los compromisos internacionales de la selecciones como una oportunidad para intentar enderezar el rumbo, sobre todo en el aspecto anímico de la plantilla, aunque son conscientes de la "dificultad" que supone ya la salvación y la cercanía de regresar a Segunda.
David Ramiro