Eusebio Di Francesco, técnico del Roma, pidió este lunes a sus jugadores que encaren los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Oporto con "ambición" y con la actitud mostrada el curso pasado, cuando los romanos protagonizaron un camino triunfal hasta unas históricas semifinales.
"El camino es largo, pero esta es una buena ocasión para hacer un gran partido y entusiasmar al ambiente. En "Champions" lo es aún más, tenemos que ser ambiciosos", dijo Di Francesco durante la rueda de prensa previa al duelo del martes en el Estadio Olímpico, organizada en el centro deportivo de Trigoria (Roma).
El preparador italiano subrayó que el año pasado el Roma convirtió al Olímpico en un fortín, donde los "giallorossi" derrotaron sin conceder goles al Chelsea (3-0), al Shakhtar Donetsk (1-0) y al Barcelona (3-0). También vencieron la semifinal de vuelta contra el Liverpool (4-2), pero cayeron eliminados a causa del 2-5 padecido en Anfield.
"En estos dos partidos (eliminatoria con el Oporto) es fundamental tener solidez, sobre todo en la ida. Hay que hacer un gran partido defensivo, será determinante mantener la portería a cero", afirmó. "Aunque no hay que perder tampoco nuestra identidad, especialmente con jugadores capaces de salir al contragolpe", prosiguió Di Francesco, quien destacó que el Oporto es un equipo que siempre puso en apuros a los romanos.
De hecho, el club portugués le eliminó en la fase previa de la Liga de Campeones de 2016, al empatar 1-1 en el Do Dragao y al golear 3-0 en el Olímpico: "El Roma nunca tuvo buenas sensaciones en los partidos precedentes contra el Oporto", admitió. "Mañana hace falta una mezcla de experiencia y brillantez. La experiencia de saber vivir estos partidos (es importante), porque puedes estar en gran forma atlética, pero si luego te tiemblan las piernas es duro", dijo.
Tampoco se fijó en las bajas del Oporto, que no podrá contar el martes con el malí Moussa Marega ni el mexicano Jesús Corona. "Tienen a óptimos sustitutos, como (el brasileño) Otávio Edmilson o (el brasileño) Tiquinho Soares. El Oporto, más allá de todo, es un equipo unido, que sabe lo que quiere. Es de los equipos que más duelos defensivos ganaron", explicó Di Francesco.
El técnico del Roma compareció en rueda de prensa acompañado por el capitán, Daniele De Rossi, quien también insistió en la nueva autoestima que su equipo tiene desde que alcanzó las semifinales en la pasada campaña, una ronda a la que no llegaba desde 1984.
"Las semifinales del año pasado nos hacen llegar más listos a estos partidos. El curso pasado nos enfrentamos al Barcelona, al Liverpool, equipos que estaban más acostumbrados que nosotros a jugar estos partidos. La experiencia es todo, para nosotros fue positivo y hasta podía ir mejor, tuvimos mala suerte", aseveró De Rossi. "Pero este es otro torneo y no podemos seguir pensando en lo que fue", prosiguió, prometiendo máximo compromiso en la cita del martes.
A sus 35 años, y tras recuperarse de una lesión de rodilla que le mantuvo de baja durante tres meses, De Rossi explicó que en este momento se siente bien y que si sigue en esta condición atlética, seguirá jugando también en la próxima temporada. "Si estoy bien seguiré jugando. Nunca me sentí importante como llevo sintiéndome en los últimos tres años. Las prestaciones son buenas pero lo son también porque siento el cariño (de compañeros y aficionados)", dijo.
El Roma se enfrentará el martes a las 21.00 locales al Oporto en el Olímpico y visitará el estadio Do Dragao el 6 de marzo en la vuelta de los octavos de final.