El pasado domingo se emitía el programa
Chester de
Risto Mejide, donde entrevistaba a
Michael Robinson, ex jugador y prestigioso presentador y comentarista deportivo. Durante el programa,
Robinson dijo que todavía no había perdonado al club que le había hecho llegar a
España, el
Osasuna.
Esto se debía a un incidente ocurrido en marzo del 92. Fue una noche un poco loca en
El Sadar.
Luis Aragonés le hizo una peineta a la grada y
Pipi Estrada fue detenido por la
Policía. Por otro lado se producía el incidente que haría a
Robinson molestarse con su equipo. El inglés había pedido por carta que su hijo saliera al campo el equipo enfundando la camiseta de Osasuna. El club le dio la autorización, pero a última hora cuando el pequeño ya estaba listo para salir, se le denegó esta petición.
A
Robinson no le gustó ese gesto y se enfadó con la entidad, pero según recuerda hoy
El Español,
Osasuna si realizó un homenaje a padre e hijo unos años después. Fue la noche de la redención, llevada a cabo por un presidente,
Javier Miranda, que consideraba que el inglés merecía ese homenaje. Hay que recordar que
Robinson era el ídolo del osasunismo en su etapa como jugador, ya que lo daba todo en el campo y celebraba los goles con la pasión de un aficionado.
Así que el año 2000, ocho años después del incidente que enfadó a
Robinson, este saltaba al campo de
Osasuna acompañado de su hijo y recibía un bonito homenaje del club y de la afición. Al inglés se le otorgó la insignia de oro y brillantes y su hijo, esta vez sí, podía ponerse la camiseta de
Osasuna en el campo. Hasta los propios protagonistas de ese día desconocen el motivo por el que
Robinson sigue molesto con el club, que a pesar del feo gesto que tuvo, supo redimirse unos años después.
Adrián Lede2 min lectura