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Paco Gaviño: "Es un orgullo representar a mi país y a Sevilla"

Paco Gaviño: "Es un orgullo representar a mi país y a Sevilla"
- V. Flores
EFEEFE12 min lectura
El pasado diciembre, Paco Gaviño se clasificaba, con solo 23 años, para los Juegos Olímpicos de Tokio, convirtiéndose en el único español que competirá en la disciplina de hípica.

- Para quien no lo sepa, el Concurso Completo es una especie de triatlón de la hípica. Se trata de una prueba muy dura y exigente para los caballos.
- Sí, el Completo se basa en tres modalidades a la vez, doma, cross country y salto. En la doma tenemos que ejecutar unos ejercicios de la mejor forma posible. El segundo día tenemos cross country, campo a través, con saltos como banquetas, mesas, agua... a mucha velocidad con un tiempo determinado. El último día tenemos el salto de obstáculos que es lo que la gente más conoce.
Además, hay dos pruebas más, dos inspecciones veterinarias, para saber si el caballo está bien. Son de sí o no y consisten en trotar con el caballo y demostrarle a los jueces que está bien. Hay una antes de la primera prueba y otra antes de la última, después del cross, cuando el caballo está en peor estado y se trabaja para recuperar al animal lo máximo posible.

- ¿Cómo funciona el proceso de clasificación?
- Hay una clasificación por equipos, por la que España no ha conseguido plaza. Además, hay 20 plazas individuales que se consiguen por zona geográfica. España pertenece al sudoeste de Europa y compite con países como Francia o Portugal, de este ranking desaparecen los países con plaza por equipos y se otorgan dos plazas por zona. También existe un ranking general con los jinetes que no se han podido clasificar.

- En Tokio, los jinetes rondarán los 40 años, tu entrenador tiene 60 y está en la lucha por las medallas y tú solo tienes 23, ¿cómo te sientes al llegar tan joven a unos Juegos Olímpicos?
- Es un reto porque la experiencia juega un papel fundamental. La hípica es un deporte muy longevo, en el que, si te cuidas, puedes competir a alto nivel con 60 años. Mi entrenador, el australiano Andrew Hoy, es el entrenador del equipo español y es de los favoritos para el oro. Yo voy con la idea de disfrutar, de aprender. Lógicamente estoy muy lejos todavía del nivel, soy de los más jóvenes, pero voy a intentar coger la experiencia en Tokio para tener otras aspiraciones en París.

- No solo conoces a Andrew Hoy, también has entrenado con el alemán Michel Jung.
- Es medalla de oro en Río y Londres. Este año vuelve a ser favorito para el oro y yo he estado entrenando en su casa en 2016 y 2017 a diario. Eso para mí es un sueño cumplido, una suerte increíble que pude aprovechar al máximo.

- ¿Qué has aprendido de ellos?
- He aprendido mucha disciplina, fuera de España el nivel es mucho más alto, la cultura que tienen del caballo es deportiva, mientras que aquí hay una cultura de ocio.

- Llevas toda la vida montando a caballo, ¿cómo pasó la hípica de ser un juego a convertirse en algo serio para ti?
- Empecé a montar por mi padre, recuerdo montar con él desde los tres años. Gracias a la Fundación de Equitación de Base y a la Asociación Española de Caballos Anglo Árabes me inicié en Concurso Completo con un caballo que se llamaba Demonio y en 2011 empecé a competir en concursos de la Asociación Española de Caballos Anglo Árabes. El primer año que corrí un internacional fue en 2012, con 14 años. Desde ahí, aumenté el nivel, entrené a diario y fui creciendo.

- Tu yegua se lesionó en octubre, cuando apenas quedaba tiempo para que os pudieseis clasificar, ¿qué se os pasó por la cabeza entonces? Debisteis pensar: ¿ahora qué?
- Quería conseguir los puntos que me faltaban para clasificarme yendo a un concurso donde no fuese muy difícil lograrlos. El plan era entrenar en Inglaterra en verano e ir a Bielorrusia, tenía todo preparado y, cinco días antes, se lesionó. No era muy grave, pero me impedía competir. Fue un golpe psicológico importante, mi pensamiento fue de mucha tristeza por el trabajo de mi equipo y el sacrificio económico para estar allí. Pero estas cosas pasan, los caballos son deportistas y están sometidos a un esfuerzo muy grande.
Al final, la yegua se recuperó antes de la cuenta. En principio, iba a estar unos dos o tres meses sin hacer nada, pero mi veterinario le hizo pruebas cada dos semanas y le dio el alta el 18 de octubre. Vimos una posibilidad de competir en Roma, era muy complicado porque tenía que entrar entre los ocho primeros en una prueba de formato largo y la preparación fue al límite. Fue una locura. Una prueba de ese nivel suele necesitar dos meses de preparación y nosotros la preparamos en 24 días, por lo que no íbamos al 100%. El primer día nos fue fatal, quedamos penúltimos, pero los demás gané. Esto me dejó en octavo lugar y conseguí los puntos que necesitaba. Imaginaos mi alegría en ese momento.

- ¿Cómo preparáis a los animales para viajes tan largos?
- Mi caballo es un deportista de élite, con todos lo cuidados que eso conlleva, pero es un animal acostumbrado a vivir en libertad. Esto implica algunas cosas que hay que tener controladas. Depende mucho del caballo, algunos sufren mucho y otros no. Tengo la suerte de que mi caballo, Source de la Faye, viaja muy tranquila, intentamos que los viajes sean lo más planificados posibles, con menos de siete horas en el camión, paseos, recuperaciones con electrolitos, agua€ Ha Tokio vamos en avión y ella nunca lo ha hecho, por lo que no sé qué va a pasar, en principio, las medidas de seguridad son muy altas y yo estoy muy tranquilo en ese sentido.

- ¿Cuáles son los mejores caballos para el concurso completo?
- Para mí, los mejores son lo de la raza Anglo Árabe. Hay muchos caballos fuera de España que son perfectamente válidos como el KWPN o Oldenburgo, pero el caballo Aá es un caballo idóneo para el Concurso Completo. Es muy rápido y resistente, tienen mucha clase y se mueven bien en la doma y, físicamente, son muy atletas. Esto lo hace ser el mejor caballo posible para mi disciplina.

- Eres el único representante de España en tu modalidad, ¿cómo afrontas esta responsabilidad?
- Es un orgullo representar a mi país y representar a Sevilla. Es una alegría increíble y una responsabilidad gigantesca porque represento a mis compañeros, que se merecen tanto o más que yo el estar ahí. Me da mucha pena el no haber conseguido plaza por equipos. Los jinetes necesitamos sentarnos y crear un plan de actuación para ir a París 2024, llevamos sin ir por equipos desde Atenas 2004 . Mi objetivo real es que podamos competir por equipos.

- Dices que te encanta Sevilla y has decidido entrenar para Tokio en casa.
- Llevo los últimos siete años preparándome para los Campeonatos de Europa fuera, dos años en Francia, tres en Inglaterra y dos en Alemania. ¿Por qué decido quedarme en Sevilla? Por la comodidad y tranquilidad de estar en mi casa. El punto principal es la comodidad de la yegua, es fundamental que esté lo más relajada posible, algo que consigue en su cuadra.
Además, en Tokio la temperatura rondará los 40 grados por lo que, por una vez, el calor de Sevilla es positivo. Es algo más peligroso, pero monitorizando bien los entrenamientos se puede disminuir la posibilidad de lesiones del caballo causadas por el calor.

- Estás en quinto de Farmacia, debe ser complicado compaginar los estudios con la preparación para unos Juegos, ¿te ponen alguna facilidad desde la Facultad?
- Es muy complicado, pero no significa que sea imposible, la organización es básica. El reglamento estipula que los deportistas de alto rendimiento tienen derecho a cambios de fecha de exámenes de convocatoria por competiciones, pero cada profesor hace lo que quiere. Yo estoy muy agradecido a la mayoría de profesores de mi Facultad, porque siempre me han echado un cable y han estado un poco más de tiempo conmigo cuando era necesario. Siempre me han ayudado en lo que han podido.

- Como estudiante de Farmacia, tendrás una opinión sobre el coronavirus que tantos dolores de cabeza está causando a los organizadores de Tokio.
- He estudiado el coronavirus en clase y no es un virus muy importante. Es más el estrés colectivo y el miedo de la novedad. Se nos olvida que la gripe mata a muchas más personas y que el ébola tiene una mortalidad del 90%, pero como no hay vacunas, aumenta el alarmismo. Me preocupa más que a la organización le entre el miedo, que mi estado de salud.

- Has llegado ya al culmen como deportista, participar en unos Juegos, ¿qué objetivos te pones ahora?
- Ahora, nos tenemos que preparar la yegua y yo para llegar al 100% a Tokio. La medalla es muy complicada, porque es muy importante la experiencia. Mi objetivo es disfrutar del momento, coger mucha experiencia para tener más perspectivas en París 2024. Sobre todo, quiero intentar ir por equipos.