"Oro para Podobedova con récord olímpico y cuarta plaza para Lidia Valentín". Así se titulaba la crónica de lo que ocurrió aquel 3 de agosto de 2012 en el ExCel de Londres, donde la levantadora de pesas leonesa disputaba sus segundos Juegos Olímpicos sin atreverse a pensar en una medalla de oro "cuando era imposible".
Este jueves, 2.400 días después y con siete años de retraso, Valentín recibirá esa medalla de oro por descalificación de las tres primeras clasificadas, dopadas todas, y una vez agotados los largos plazos para que las deportistas implicadas, sus federaciones y sus comités olímpicos testificasen, recurriesen, acatasen las sanciones, corrigiesen los resultados y reasignasen las medallas.
El metal que Valentín se colgará en una sencilla ceremonia en la sede del Comité Olímpico Español será el tercero de su currículum olímpico y el segundo heredado por dopaje de sus rivales: de este modo recibió también la plata de Pekín 2008. En Río 2016 ganó, esta vez sí en el escenario olímpico, la medalla de bronce.
Estas son las claves que explican por qué Lydia Valentín recibe ahora su medalla:
¿QUÉ PASÓ EN LONDRES 2012?
Valentín fue cuarta en la categoría de -75 kg tras levantar 120 kg en arrancada y 145 en dos tiempos, para un total de 265 kg. La kazaja de origen ruso Svetlana Podobedova ganó el oro con 291 kg, el mismo total que la rusa Natalya Zabolotnaya, que recibió la plata atendiendo al criterio de desempate de su mayor peso corporal. La medalla de bronce fue para la bielorrusa Iryna Kulesha, con 269.
¿LAS TRES MEDALLISTAS PASARON LOS CONTROLES ANTIDOPAJE?
Las tres superaron sin problema los controles antidopaje a los que se sometieron en los Juegos de Londres. Durante más de cuatro años siguieron compitiendo con normalidad.
¿POR QUÉ VOLVIERON A SER SOMETIDAS A CONTROL?
El Comité Olímpico Internacional (COI) almacena las muestras de los controles. En 2012 lo hacía durante ocho años, pero luego aumentó este periodo hasta los diez. En este tiempo, en cualquier momento, las muestras pueden ser reanalizadas con nuevos métodos de detección en busca de sustancias prohibidas. No se hace con todas, sino con las seleccionadas como sospechosas por los servicios de inteligencia de los organismos antidopaje. Antes de los Juegos de 2016 se procedió a un reanálisis masivo de las muestras de 2008 y 2012, para evitar la participación en Río de posibles culpables.
¿CUÁNDO LLEGÓ LA PRIMERA SANCIÓN?
La Federación Internacional de Halterofilia (IWF) anunció en junio de 2016 una lista de deportistas que habían dado positivo tras el reanálisis de las muestras de 2008 y 2012. Entre ellos figuraba Svetlana Podobedova. Un mes después la IWF hizo pública una nueva relación en la que aparecían Natalya Zabolotnaya e Iryna Kulesha. La federación impuso a todas ellas "suspensiones provisionales por posibles violaciones de las normas antidopaje" hasta que sus casos estuvieran "cerrados". En octubre de 2016 llegó la descalificación por parte del COI de la kazaja; en noviembre, el de la rusa y la bielorrusa. Sus medallas les fueron retiradas.
¿POR QUÉ NO RECIBIÓ VALENTÍN LA MEDALLA DE FORMA INMEDIATA?
En diciembre de 2016 el COI anunció que la readjudicación no sería "automática" y se decidiría "caso a caso", solo una vez "agotados todos los recursos y cerrados todos los procedimientos". En enero de 2017 la IWF tenía 41 casos abiertos pendientes de resolución; bien porque aún tenía que estudiarlos, bien porque ya lo había hecho pero su decisión había sido recurrida ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo). Entre ellos, los de las rivales de Valentín en el podio de Pekín 2008 y Londres 2012.
¿QUÉ ORGANISMOS INTERVIENEN ANTE UN POSITIVO DESCUBIERTO AÑOS DESPUÉS?
En caso de dopaje en unos Juegos Olímpicos, el COI es el que anula los resultados pero es la federación internacional la que debe imponer sanciones y corregir las tablas. Cuando lo ha hecho, entra en acción de nuevo el COI para reasignar las medallas. El caso de Pekín 2008 se cerró antes y Lydia Valentín recibió la plata de esa edición el 16 de enero de 2018.
¿QUIÉN FUE EL PRIMERO EN SABER QUE LYDIA VALENTÍN RECIBIRÍA LA MEDALLA DE ORO?
El Comité Olímpico nacional, en este caso el español (COE), es el primero que sabe por el COI que la medalla ha sido reasignada y el que la recibe físicamente para que se la entregue a su deportista. El COE anunció en enero que el caso estaba resuelto y que Valentín tendría su oro este 28 de febrero.
¿HA HABIDO MÁS CASOS EN ESPAÑA?
Sí, el del lanzador de peso Manuel Martínez. Ocho años después de ser cuarto en Atenas 2004, el también leonés recibió la medalla de bronce por descalificación del ganador, el ucraniano Yuri Bilonog. El COE le gestionó la concesión de la beca ADO, 24.000 euros, que le hubiera correspondido por la medalla.
¿CÓMO QUEDA LYDIA VALENTÍN EN EL MEDALLERO HISTÓRICO ESPAÑOL?
El récord de medallas olímpicas en España lo tiene el piragüista David Cal, con cinco. Han ganado cuatro el ciclista Joan Llaneras, la nadadora Mireia Belmonte, la nadadora de sincronizada Andrea Fuentes y la tenista Arantxa Sánchez Vicario. Valentín se suma a la relación de triples medallistas que completan el gimnasta Gervasio Deferr, la tenista Conchita Martínez, el piragüista Herminio Menéndez y el balonmanista Demetrio Lozano.
¿QUÉ LE PASA A LA HALTEROFILIA?
El número de casos de dopaje en este deporte en los últimos años es abrumador, hasta el punto que condiciona su futuro olímpico. La presencia de los levantadores en los Juegos de Tokio 2020 está sujeta a estrictas normas de clasificación: la cuota de halterófilos, entre uno y cuatro por sexo, que cada país podrá inscribir dependerá del número de positivos que se hayan detectado en su federación nacional. En París 2024 solo se incluirá la halterofilia si el deporte demuestra progresos en la erradicación del dopaje.
¿CÓMO SERÁ LA ENTREGA DEL ORO OLÍMPICO A LYDIA VALENTÍN?
El escenario será la sede madrileña del Comité Olímpico Español. Allí se reunirán sus dirigentes, presididos por Alejandro Blanco. Marisol Casado, miembro española del COI, será la encargada de poner la medalla a Valentín, ante los presidentes de la Federación Internacional, el húngaro Tamas Aján, y la española, Constantino Iglesias. Sonará el himno olímpico.