El portero del Celta de Vigo Rubén Blanco reconoció la trascendencia del encuentro del próximo sábado contra el Levante, al que considera "un rival directo" en la pelea por eludir el descenso de categoría.
"Sería tonto si dijera que no es un rival directo. La victoria del sábado ante el Levante es muy importante, porque los igualas a puntos y es un poquito de aire para afrontar la siguiente semana con mayor tranquilidad", declaró el meta.
En declaraciones a un grupo de periodistas, tras recoger el premio "Estrella Galicia" al mejor jugador celeste en el mes de enero, el internacional sub21 pidió pasar página tras lo sucedido en Getafe porque "de nada sirve desperdiciar energía en cosas que no están en nuestra mano".
"De aquí a final de temporada van a ser fundamentales los partidos en Balaídos, y el del Levante será complicado. Ellos necesitan los puntos porque darían un salto en la clasificación, y nosotros aún los necesitamos mucho más para coger aire", manifestó.
Rubén Blanco admitió que tanto Hugo Mallo como Iago Aspas, que son duda para recibir al conjunto valenciano por diferentes lesiones, son jugadores importantes para el Celta, aunque él entiende que si no están "al cien por cien" lo mejor es que no jueguen. "Tenemos que ser honestos con el equipo. Mejor que ellos nadie va a saber si pueden estar al cien por cien. Son dos de nuestros capitanes y tenemos confianza en ellos. Ya veremos si pueden llegar", indicó.
Cuestionado por su error en el tercer gol encajado en el Coliseum Alfonso Pérez, recordó que su posición tiene "más riesgo" que cualquier otra. "Estoy tranquilo con todo el trabajo que hago. Cuando paramos, se ve, pero cuando fallamos, también se ve. Yo, personalmente, aprendo más cuando cometo un error que cuando hago una parada. El halago debilita y las críticas, siempre que sean constructivas, ayudan a mejorar", sentenció.