Se van ganando batallas, se va avanzando, cada vez hay más atención al deporte femenino y discapacitado... pero no a la velocidad necesaria ni con la contundencia deseada. Esa es la principal conclusión que se puede sacar de unas II Jornadas Temáticas que ESTADIO Deportivo organizó ayer en la Universidad Pablo de Olavide y en las que se trató un asunto que preocupa a los que hoy dirigen nuestro deporte, que son los encargados de poner los medios necesarios para que la evolución en pos de la igualdad se acelere y esa paridad que se busca en todas las facetas de la sociedad también se traslade a una parcela, la del deporte, la de los deportistas, que son un referente para las generaciones que ahora están creciendo.
Esa lucha se tropieza con muchas trabas, heredadas durante muchas generaciones, que se van superando muy despacio y contra las que todos, desde los políticos hasta los medios, pasando por deportistas, por los aficionados... debemos luchar y aportar lo que podamos, por muy humilde que sea el paso. Ser mujer y/o discapacitado aún es un problema y tiene que dejar de serlo.
Y qué mejor forma de lograrlo que con el compromiso de los principales actores del deporte sevillano y andaluz. Tanto desde el punto de vista institucional, como ha demostrado el consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Fernández, y su directora general de Actividades y Promoción del Deporte, María José Rienda, con la implantación de la Nueva Ley del Deporte; desde el punto de vista de los medios de comunicación, cuya lucha dejó clara la consejera del Consejo Audiovisual de Andalucía, Carmen Fernández; desde el punto de vista directivo, representado por una de sus cabezas visibles a nivel andaluz, la presidenta de la FANDDI, Eugenia Tejada; y, sobre todo, desde los propios deportistas, esos que lo sufren en mayor o menor medida en sus propias carnes, aunque sean elite mundial en sus disciplinas, como la montañera Lina Quesada, deportistas paralímpicos como Javi Reja y Arturo Montes...
Ellos fueron los actores de las dos ponencias y de unas jornadas que abrieron el director de ED, Joaquín Adorna, y Vicente Guzmán, rector de la Universidad Pablo de Olavide, junto a la decana de la Facultad de Ciencias del Deporte, África Calvo, y el consejero Francisco Javier Fernández Hernández, y en las que se analizó el tema en profundidad.
Igualdad para todos
Por un lado y en primer lugar se trató la igualdad en el deporte entre hombres y mujeres, en una mesa que estaba moderada por el profesor de la UPO Jesús Morenas y en la que estaban las mencionadas Carmen Fernández, Lina Quesada y María José Rienda, además de la triatleta discapacitada Raquel Domínguez, una deportista que aúna las dos facetas principales de discriminación, ser mujer y sufrir una minusvalía, en su caso, física.
Y una segunda ponencia en la que el tema principal fue el deporte para personas discapacitadas. En la mesa, moderada en esta ocasión por una profesora de esta misma universidad, Elisabeth Rodríguez, estaban presentes dos de nuestros grandes deportistas, Javier Reja y Arturo Montes, la señalada Eugenia Tejada, presidenta de la Federación Andaluza de Deportistas Discapacitados, y José Manuel Roás, una persona muy querida y conocida a nivel popular, que corre maratones junto a su hijo Pablo -quien sufre una discapacidad provocada por una parálisis cerebral- y a la que se le concedió la mención especial en un acto donde fueron premiados todos estos exponentes del deporte andaluz.
Y de la que se pudieron extraer muchos mensajes: que la mayor brecha de género en los medios de comunicación se encuentra en la programación e información deportiva, que aún se aprecia cierto sexismo a la hora de tratar el deporte, que pese al avance logrado en los últimos años todavía hay un porcentaje ínfimo de presencia en los medios con respecto a los deportistas masculinos y sin discapacidad, incluso en el primer caso en deportes donde los mayores éxitos son femeninos, que la lucha por ganar cuota de pantalla y reconocimiento sigue adelante, pero no al mismo ritmo que avanza la sociedad, que aunque la nueva Ley del Deporte andaluz ha puesto las bases para erradicar estas diferencias, aún necesita un desarrollo y una consolidación en el tiempo... Aún queda mucho por hacer.