El director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, se esperaba la eclosión del colombiano Egan Bernal "porque como todos los genios logran gestas antes que los demás", pero espera que encuentre un rival a su altura para que marque una era del ciclismo.
"No sé si va a marcar una época, eso solo el tiempo nos lo dirá. Pero creo que es un Federer que necesita un Nadal para crear una rivalidad que marque una era", afirmó Prudhomme.
Al frente del Tour desde 2007, Prudhomme está encantado de que un colombiano gane el fin la carrera, tras haber visto bajo su mandato sumarse al palmarés al primer británico y al primer australiano.
"Colombia ya era una de las grandes naciones del ciclismo. Ahora, además, tienen un campeón del Tour. Es algo extraordinario. El Tour tiene que conquistar nuevas fronteras", aseguró.
Prudhomme recordó que en su infancia llegaron los primeros colombianos a la ronda gala, durante los años de dominación de Bernard Hinault a principios de los 80 y que en los últimos años había habido una eclosión, con ciclistas como Nairo Quintana o Rigoberto Urán.
"Con Colombia llegó no solo una forma peculiar de escalar. Trajeron una pasión nueva, que la vimos en sus ciclistas, pero también en sus narradores de radio. Y que ahora vemos en el país en el Tour Colombia y en las carreras que hacen allí. Creo que con esta victoria de Bernal va a ser todavía más extraordinario", señaló.
Para Prudhomme, el primer colombiano de amarillo en París es "un colofón extraordinario a un Tour magnífico, marcado por la emoción, desde la salida en Bélgica hasta el último día".
El director de la carrera considera a Bernal "un superdotado de esos que se ven enseguida, un genio que, como ocurre en cualquier disciplina, son capaces de lograr cosas antes que los demás".
"Tengo dos momentos marcados. Cuando ganó el Tour del Porvenir en 2017 todo el mundo me dijo que iba a ser un ciclista fuera de lo normal. Y en marzo pasado, cuando Eddy Merckx le entregó el maillot amarillo de la París-Niza en el puerto de Turini. Fue como una especie de relevo entre ellos", rememoró.
"Tiene la fibra de los campeones. Es diferente a los demás y, aunque ha eclosionado antes de lo previsto, estaba claro que tenía un destino glorioso", comentó.
Prudhomme opinó que la victoria del colombiano debe mucho al recorrido, marcado por tres llegadas por encima de los 2.000 metros, un hecho inédito en el Tour con el que los organizadores quisieron celebrar el centenario del maillot amarillo.
"Cuando presenté el recorrido dije que en la altitud buscábamos la incertidumbre. Pero también avisé de que con los colombianos no funcionaba", afirmó.
"Ellos viven de forma cotidiana por encima de los 2.000 metros. Los otros ciclistas van a concentraciones en altura, pero no han vivido en esas condiciones desde niños, no han ido al colegio en ese contexto. Eso no se puede comparar. La altitud forma parte del universo cotidiano de los colombianos y lo vimos en la victoria de Nairo Quintana en la etapa del Galibier y todavía más claro en la superioridad mostrada por Bernal", dijo.
Para Prudhomme, las lágrimas de Bernal tras vestirse de amarillo en la etapa recortada del Iseran "son un magnífico colofón para un Tour marcado por la emoción".
"Lo he visto en toda la carrera. La gente llorando en las cunetas de Bélgica al ver pasar a Eddy Merckx, las lágrimas de Thibaut Pinot al bajarse de la bicicleta y las de Bernal en Tignes", rememoró.