Los Ángeles (EE.UU.), 27 ene (EFE).- Tobias Harris con una canasta cuando quedaban solo dos segundos le dio hoy una brillante victoria a los Philadelphia 76ers sobre Los Angeles Lakers (107-106), que perdieron así su primer partido a domicilio tras diez triunfos seguidos pero que estuvieron a punto de lograr una remontada milagrosa.
Los Sixers dominaron este intenso y fantástico partido desde el primer cuarto con bastante comodidad gracias a unos majestuosos Joel Embiid (28 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias) y Ben Simmons (triple-doble con 17 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias).
Pero los actuales campeones de la NBA, que perdían por 14 puntos a falta de cinco minutos para terminar el partido, no se rindieron y lograron un fabuloso parcial de 0-13 en los últimos tres minutos, coronado con una canasta de Anthony Davis, que les puso por delante a falta de solo 11 segundos (105-106).
En ese momento apareció un Harris salvador para anotar un tiro de media distancia sobre Alex Caruso que amarró el triunfo para los locales.
LeBron James (34 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias) y Anthony Davis (23 puntos y 8 rebotes) fueron los más destacados de unos Lakers en los que el banquillo, que durante toda la temporada ha sido un valor seguro, tuvo una noche discreta hasta el tramo final del encuentro.
Marc Gasol fue de más a menos y logró 8 puntos (3 de 7 en tiros), 2 rebotes y 3 asistencias frente a una pérdida en 24 minutos.
El duelo de hoy era mayúsculo.
De un lado, los Lakers llegaban con la mejor marca de la liga (14-4), con el liderato de la Conferencia Oeste y con una asombrosa racha como invictos a domicilio en lo que va de temporada (10 victorias y ninguna derrota).
Frente a ellos, los Sixers comparecieron como el mejor equipo de la Conferencia Este (12-6) y con un imponente registro de 9 victorias y solo una derrota como locales.
El partido también estuvo protagonizado por los regresos y las cuentas pendientes.
En los de Filadelfia juegan ahora Danny Green y Dwight Howard, que abandonaron los Lakers tras ganar el anillo de la NBA en la "burbuja" de Orlando (EE.UU.).
En los Sixers recaló también Doc Rivers después de su experiencia californiana como entrenador de Los Angeles Clippers.
Y a todo ello había que sumar el feroz cara a cara entre Embiid y Gasol, un clásico de la pintura en los últimos años.
El encuentro comenzó con un eléctrico intercambio de golpes: Simmons encabezaba la ofensiva de ataques rápidos y cortos de los Sixers, mientras Gasol se daba un homenaje con 5 puntos en los primeros dos minutos y con 3 magníficas asistencias para James muy poco después (16-16 tres seis minutos).
Joel Embiid dio rienda suelta a todos sus recursos de cara al aro y anotó 11 puntos consecutivos para despegar a los Sixers (34-24 tras el primer cuarto) pese a la notable resistencia de James en el conjunto angelino (11 puntos en el primer cuarto).
El partido bajó de revoluciones en el segundo parcial, ya que en el primero los Sixers presumieron de un espléndido acierto (12 de 19 en tiros y 4 de 8 en triples).
James y Davis se echaron el equipo a la espalda y los Lakers ajustaron su defensa, pero los Sixers se fueron al vestuario con la sensación de tener el partido relativamente controlado (55-51) con las aportaciones corales de jugadores como Harris (acabó la noche con 24 puntos).
Una descarga más de los locales capitaneada por un hiperactivo Simmons encendió las alarmas en los Lakers, que se rehicieron con un nuevo triple de Gasol y la clarividencia de Dennis Schroder (68-63 en el ecuador del parcial).
El partido entró entonces en terreno pantanoso con dos faltas flagrantes para James y Embiid.
Y el final del tercer cuarto resumió la frustración de los Lakers: se llegaron a poner a dos puntos (70-68) y tuvieron varios ataques para culminar la hazaña, pero una serie de errores y la incapacidad de frenar a los Sixers les volvió a alejar en el marcador (81-74 antes del último cuarto).
Embiid se tomó un respiro en el banquillo por algunas molestias físicas, pero en cuanto volvió a la cancha se encargó junto a su inseparable Simmons de acallar los intentos de rebeldía de los Lakers (96-84 en la mitad del cuarto parcial).
En ese momento surgió la versión más inspirada de los angelinos con un demoledor parcial de 0-13, con Kentavious Caldwell-Pope y Alex Caruso por fin aportando energía entre los intérpretes de reparto.
Sin embargo, Harris se ocupó al final de silenciar lo que habría sido una memorable remontada de los de púrpura y oro.