Estadio Deportivo2 min lecturaInvestigadores de la Universidad de Granada han demostrado que quienes juegan al baloncesto de manera habitual presentan un mejor rendimiento en distintas habilidades visuales. En concreto, rinden mejor en la función acomodativa y binocular (capacidad para enfocar los estímulos a distancias cercanas y de usar ambos ojos de forma integrada), la capacidad de discriminación visual (halometría) o la coordinación ojo-mano, ha informado hoy la Universidad de Granada.
Según los resultados de este trabajo, los jugadores de baloncesto muestran de forma significativa un punto próximo de convergencia más próximo, (y una mayor capacidad de convergencia) y para discriminar halos, así como una mejor coordinación ojo-mano en comparación con las personas sedentarias. En este estudio, realizado por investigadores de los departamentos de Óptica y Educación Física, participaron 18 jugadores de baloncesto y 15 personas que no realizaban actividad física de forma regular, a quienes se les practicaron una serie de pruebas optométricas para evaluar todos los parámetros señalados. El análisis de los resultados mostró que los jugadores de baloncesto tenían un mejor rendimiento en varias habilidades visuales. A tenor de los resultados obtenidos, los autores apoyan la hipótesis de que la práctica deportiva de forma recurrente, y más en un deporte como el baloncesto que tiene grandes demandas visuales, permiten adquirir un mayor desarrollo en las habilidades perceptivas y cognitivas.
En opinión de los investigadores, una colaboración activa entre especialistas en el campo de la Optometría y de las Ciencias del Deporte permitiría avanzar en el conocimiento de los beneficios de la práctica deportiva en la función visual, "así como en la posible transferencia al rendimiento deportivo de un entrenamiento visual centrado en la mejora de las habilidades visuales utilizadas en una disciplina deportiva específica".