El
Sevilla FC sumó su tercer empate consecutivo, el primero en casa, en un partido difícil que, al menos, le permite mantener a raya a los equipos que están justo fuera de los puestos de Champions, pues ninguno de los tres sumó un triunfo en esta jornada.
El duelo empezó con la mala noticia de la lesión de
Bono, siguió con un duelo disputado en el que la Real tuvo las mejores ocasiones, incluidos dos palos, y en el que la gran alegría llegó con la reaparción de
Lamela cuatro meses después.
El equipo de San Sebastián estuvo siempre muy entonado y ello obligó a que el Sevilla no pudiera hacer su habitual juego potente en su estadio, en el que este domingo cedió su cuarto empate liguero de la campaña, aunque también impidió que llegara su primera derrota.
Salieron dos equipos con objetivos de asentarse en sus puestos europeos en una tarde desapacible en Sevilla en la que también ambos debían recomponerse ante la adversidad, los Julen Lopetegui de su eliminación en la UEFA Europa League del pasado jueves y los de Imanol Alguacil de la grave lesión de rodilla de su capitán Mikel Oyarzabal, también esta semana.
En el caso de los sevillistas, la plaga de lesiones es ya habitual desde hace meses y este domingo, en el calentamiento, se unió otra, la del meta titular, el marroquí Yassine Bono, quien le tuvo que ceder el puesto al serbio Marko Dmitrovic.
El equipo local, con una novedosa dupla de atacantes formada por el francés Anthony Martial y el hispanomarroquí Munir El Haddadi, quiso tomar el mando del partido ante un rival que también quiso discutirle el balón para darle juego a sus hoy hombres mas adelantados, Portu, el belga Adnan Januzaj y el noruego Alexander Sörloth.
La entrada de Lamela, mediada la segunda mitad, no sólo fue una buena noticia por su regreso sino por lo que aportó en el campo. El argentino participó en varias acciones y puso en aprietos a los donostiarras, aunque no lo suficiente para que el marcador inicial se moviera.
Éstas son las mejores imágenes del Sevilla FC-Real Sociedad.