Madrid, 29 sep (EFE).- El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) afronta este fin de semana, con la disputa del Gran Premio de las Américas en el circuito COTA de Austin, una nueva oportunidad para evaluar el alcance real de su recuperación en un trazado en el que resulta casi imbatible.
Tal y como sucede en el trazado alemán de Sachsenring, el Circuito de Las Américas (COTA, por sus siglas en inglés) es uno de los trazados en el que el ocho veces campeón del mundo se siente a gusto, pues allí logró su primera victoria en MotoGP, en 2013, que le convirtió en el vencedor más joven de la historia en la categoría reina y allí ha ganado todos los grandes premios disputados hasta la fecha, salvo el de 2019, cuando era líder destacado de la carrera pero una caída le impidió concluirla.
Hasta la fecha, desde su regreso a la competición tras la grave lesión sufrida, Marc Márquez ha sabido aprovechar para destacar todos aquellos escenarios en los que tiempo atrás era el gran favorito para todos sus rivales, como es el caso de Alemania, en donde ganó con autoridad, o en Motorland Aragón, en donde luchó hasta el final con el italiano Francesco "Pecco" Bagnaia (Ducati Desmosedici GP21) por una victoria que se le resistió por muy poco.
Ahora, le toca el turno a un trazado en el que se siente cómodo y que salvó por la caída de 2019, que le entregó la victoria a otro español, Alex Rins (Suzuki GSX RR), le puede permitir incrementar su optimismo y el de su equipo para alcanzar la anhelada forma física que antaño le permitió ser el gran dominador de la categoría.
El piloto de Repsol Honda es noveno en la clasificación provisional del mundial y su gran y casi único objetivo es recuperar la mejor forma física y sus "sensaciones" de antaño sobre una moto que ahora le cuesta pilotar y que tampoco ayuda demasiado tras un año de escasa evolución de la misma.
Quien llega como gran dominador de la categoría a Austin es el francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1), que cuenta todavía con una amplio "colchón" de 48 puntos sobre su inmediato perseguidor "Pecco" Bagnaia, vencedor de las dos últimas carreras disputadas hasta la fecha, mientras que el tercero en liza en la pelea por el campeonato, el español Joan Mir (Suzuki GSX RR), parece haber perdido algo de "ritmo" en las últimas carreras, aunque todavía cuenta con opciones matemáticas al mismo al encontrarse a 67 puntos de distancia a falta de cuatro grandes premios por disputarse.
Bagnaia llegará a Austin con la "moral por las nubes" después de sus dos sensacionales triunfos en Motorland Aragón y Misano Adriático y aunque el trazado estadounidense nunca se le ha dado bien a las mecánicas de Ducati, el paso adelante dado por el ingeniero jefe de la marca de Borgo Panigale Gigi Dall'Igna, y todo su equipo técnico, ha permitido a la Desmosedici ser una moto mucho más manejable en casi cualquier tipo de circunstancias.
Además de Bagnaia por sus dos victorias, el líder del mundial Fabio Quartararo podría tener otros huesos duros de roer en el australiano Jack Miller o el francés Johann Zarco, el primero de ellos con la necesidad de "deslumbrar" al mismo nivel que su compañero de equipo Bagnaia, y el segundo ya operado de los problemas de síndrome compartimental en uno de sus brazos -derecho-, que le impedían rendir al máximo nivel.
Tras ellos, los pilotos de Suzuki, Joan Mir, que es tercero en el campeonato, y Alex Rins, último vencedor en Austin y que recientemente ha sido papá de un niño al que ha llamado Lucas, llegan con ganas de recuperar el máximo de terreno posible dentro de las aspiraciones de cada uno de ellos, el primero para meterse en la pelea por el mundial de nuevo y por derecho propio, y el segundo para enderezar una temporada plagada de altibajo y en la que ya no tiene nada que perder y sí mucho que ganar.
Los pilotos de Aprilia parecen haber dado un paso adelante con sus motos tras el rendimiento visto en los test de Misano Adriático y tanto Aleix Espargaró como el "recién llegado" Maverick Viñales, deberían estar en la pelea por el podio, aunque en el caso del segundo su estado de ánimo no será el mejor tras el fallecimiento en Jerez de la Frontera de su primo Dean Berta Viñales, al que patrocinaba su carrera deportiva y cuyo equipo en el mundial de Supersport dirigía su padre, Ángel Viñales.
KTM necesita dar un giro a una temporada errática en la que ninguno de sus dos pilotos oficiales ha mantenido la trayectoria ascendente que demostró la mecánica austríaca en 2022, a pesar de la victoria en la segunda carrera de Austria del surafricano Brad Binder y del portugués Miguel Oliveira en Cataluña.
Tanto de Binder como de Oliveira se esperaba mucho más y con cuatro carreras por delante, entre ellas una en el circuito del Algarve, en Portimao, un final "explosivo" todavía es posible para ambos.
Mientras, continúan creciendo el italiano Enea Bastianini (Ducati Desmosedici GP20), que acabó en el podio en Misano Adriático, su compatriota Franco Morbidelli en el equipo oficial de Yamaha, el español Jorge Martín (Ducati Desmosedici GP21) en la escudería Pramac o Alex Márquez sobre la Honda RC 213 V de la escudería de Lucio Cecchinello.
El español Iker Lecuona (KTM RC 16), cuyo futuro no parece continuar en MotoGP la próxima temporada, intentará volver a destacar entre los mejores, como ya hizo en Austria y en Gran Bretaña.
Juan Antonio Lladós