Madrid, 26 may (EFE).- El australiano Jack Miller (Ducati Desmosedici GP21) llega al Gran premio de Italia de MotoGP que se disputa este fin de semana en el circuito de Mugello "lanzado" y es así por varios motivos, pues además de su doble victoria consecutiva en las dos últimas carreras, "trae en el bolsillo" la renovación por una temporada, más, hasta finales de 2022, con el equipo Ducati de fábrica.
Aunque es cuarto en la clasificación provisional del mundial, el australiano Jack Miller parece ser el piloto más en forma de la categoría, pues ha conseguido imponer su pilotaje y la velocidad de su Desmosedici GP21 tanto en condiciones de seco como de mojado.
A pesar de un inicio de temporada que no se le dio demasiado bien al australiano, pues acabó noveno en las dos primeras citas de Catar y cosechó su primer "cero" de la temporada en la tercera carrera de la temporada, el circuito portugués de Portimao, Jack Miller ha sabido sobreponerse a la adversidad para dar un alto de calidad a todos los niveles, lo que seguramente le ha valido la renovación una temporada más.
Miller es uno de los valores más en alza de esta temporada recién comenzada aunque no el único pues, aunque sólo sea por su clasificación en la tabla, por delante de él se encuentran el francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR) -el único que como él ha conseguido dos victorias consecutivas en este arranque de campeonato-, además de su compañero de equipo, el italiano Francesco "Pecco" Bagnaia, y el también piloto de Ducati y francés, Johann Zarco.
El circuito de Mugello, con su "larguísima" recta, es uno de los feudos más favorables para los pilotos de Ducati, que además tienen en él su trazado de pruebas, por lo que tanto Bagnaia, que ha sido líder efímero del mundial, como Miller, deben contar en todas las "quinielas" de apuestas, como también el propio Johann Zarco, quien a pesar de estar en una escudería satélite como es la de Pramac, cuenta con el respaldo oficial de fábrica y una moto "casi" igual que la de los oficiales.
La altísima velocidad de la Ducati Desmosedici, que en Mugello es donde más récords de velocidad establece, es también una ventaja añadida para los representantes de Borgo Panigale, que en este trazado de la Toscana cuenta con una grandísima ventaja por ese principal motivo, aunque tras un año sin correr las MotoGP allí, el estado del asfalto será una de las grandes incógnitas.
Con los pilotos de Ducati como referentes, tras su estela debieran estar los representantes de Yamaha, en particular el líder del campeonato Fabio Quartararo, más que el español Maverick Viñales -quinto en la tabla de puntos- aunque las limitaciones técnicas en lo que a velocidad máxima de la YZR M 1 se refiere, pueden convertirse en un serio inconveniente para ambos ante el potencial de sus rivales.
Como sucede con los pilotos de Yamaha, en una tesitura muy parecida se van a encontrar los pilotos de Suzuki, los españoles Joan Mir y Alex Rins, quienes ya han mostrado "maneras" en algunos grandes premios anteriores, aunque les falta "la guinda" de una victoria o un podio con solvencia, pues hasta ahora sólo han cosechado una tercera posición con el vigente campeón del mundo en Portugal.
Más complicado lo tienen los pilotos de Honda, en particular los oficiales del equipo Repsol Honda, Marc Márquez y Pol Espargaró, de los que más se espera pero que, por uno u otro motivo, todavía no se encuentran al nivel necesario para pilotar la siempre complicada RC 213 V.
Márquez afronta su segundo reto más complicado, el primer fue regresar a la competición después de casi nueve meses de lesión, y ahora tendrá que disputar dos carreras en fines de semana consecutivos, lo que no le permitirá ningún tipo de descanso y eso es algo, que por ahora, parece necesitar el ocho veces campeón del mundo de motociclismo.
El piloto de Repsol Honda demostró, desde el momento de su regreso en el circuito lusitano de Portimao, que necesita más tiempo para recuperarse plenamente y, sobre todo, para alcanzar el rendimiento que de él siempre se espera, aunque en Francia, en condiciones de mojado, ya esbozó unas primeras sonrisas al liderar la carrera hasta el momento de su caída.
El caso de Pol Espargaró es distinto, pues está claro que no se ha adaptado todavía a las especiales características de la Repsol Honda, en particular a su complicado y crítico "tren delantero", aunque él mismo señala que en Francia "algunas cosas cambiaron" y espera poder ser más competitivo desde los primeros entrenamientos de Mugello.
Un paso adelante necesitan dar los pilotos de KTM, el surafricano Brad Binder y el portugués Miguel Oliveira, que no se han mostrado todo lo competitivos que fueron en la última parte de la pasada temporada, y quizás Mugello tampoco sea el escenario más propicio para ello, como tampoco para los pilotos de Aprilia.
El fabricante de Noale ya ha confirmado una serie de jornadas de pruebas con su piloto probador más ilustre, el italiano Andrea Dovizioso, si bien en pista el español Aleix Espargaró no termina de dar el salto de calidad que de él se espera y aunque es séptimo en el campeonato con dos sexta posiciones (Portugal y España) como mejores resultados, aún falta ese "pasito" adelante que le permita luchar por las posiciones de podio.
Continuará ausente una carrera más el español Jorge Martín, quien como debutante ya se subió al tercer peldaño del podio en la segunda carrera de la temporada en Losail (Catar), quien todavía se recupera de su lesión en una pierna.
No está previsto su regreso hasta dentro de una semana en Cataluña, por lo que en Mugello será sustituido por el italiano Michele Pirro, piloto probador de Ducati y que se conoce muy bien el trazado toscano.