Si hay un piloto español en el que siempre están depositadas las máximas esperanzas para que se corone en el Rally Dakar, ése es Carlos Sainz, que en este 2024 llega con mejor coche y más deseos que nunca de recuperar el terreno perdido en los dos últimos años.
A sus 61 años, el piloto madrileño correrá el Dakar 2024 con Audi, por tercer año consecutivo. Tras ganar las ediciones de 2010, 2018 y 2020 con tres marcas distintas y estrenar el primer Dakar en Arabia Saudí, Carlos Sainz se embarcó hace dos años en un nuevo reto: ser el primer piloto en ganar en Dakar con un coche de propulsión eléctrica.
Los resultados no fueron los deseados -y también la mala suerte que le ha acompañado parte de su larga carrera-. Si el primer año acabó 12º, en 2023 ni pudo acabar. Pero este año, Sainz tiene un as en la manga. La FIA modificaba en los últimos meses el reglamento para la temporada 2024 y eso ha permitido al Audi tener más potencia.
El RS Q e-tron con el que Carlos Sainz y Lucas Cruz -su copiloto de siempre en el Rally Dakar- saldrán este año contará con 286 kW de potencia y permitirá plantar cara a los Toyota y a los Prodrive de Loeb, que sigue en el Bahrain Raid Xtreme, o el de Nasser Al Attiyah, que correrá con ese coche en su nuevo equipo.
Audi se planteó un proyecto a tres años en el Dakar y el de 2024 debería ser la culminación de esta apuesta. "Este es un proyecto, que cuando lo piensas fríamente y lo entendí el primer año, es un poco locura. Hay que ser muy valiente para tratar de generar este concepto de coche y ganar el Dakar. De hecho, no ha habido ninguna otra marca que haya seguido esos pasos, y recuerdo cuando Audi llegó al WRC con el 4x4 y empezaron a ganar, y a partir de ahí, todo empezaron con las cuatro ruedas motrices", señala un Carlos Sainz que espera abrir también ese camino con una victoria en el Dakar 2024.
El piloto madrileño, pese a los contratiempos, ha confiado siempre en la marca alemana, ya que ve en ella el futuro de este deporte. "Primero por el coste, y segundo, por el reto tecnológico, nadie la ha seguido. Tengo que decir que tampoco hubo ayudas, como en un principio parecía que iba a haber por ser un coche más sostenible y pensando en el futuro. Se dijo que iba a tener ayudas en ciertas cosas, como en la potencia, y no solo eso, sino que nos han dado menos, y eso tampoco ayudó a las demás marcas. Si Audi no puede, mejor ni lo intentamos, pensarían", afirma el piloto madrileño.
Por eso, por las mejoras que trae este año y la 'ayuda' que el cambio del reglamento les ha dado, llega muy ilusionado a este nuevo Rally Dakar. “Este tercer año para nosotros es importante. Partimos con muchas ganas e ilusión. Audi ha hecho un gran esfuerzo para competir con este coche tan innovador. Hemos ganado etapas y liderado el rally, y este año esperamos luchar por la victoria”, añade Carlos Sainz, quien no duda que va a tener, esta vez, un coche a la altura del reto.
“Contamos con el mejor Audi de los tres años, como no podía ser de otra forma. Después del Dakar 2023 pensamos que había que tomar otro camino en el apartado de las suspensiones, que nos habían dado algunos quebraderos de cabeza, y así lo hicimos. Este coche es mejor a nivel de suspensiones, es más efectivo, más confortable y más fiable. Confiamos en las pruebas que hemos realizado los últimos meses para tener un Dakar limpio”, asegura un Sainz que incide en las mejoras que lleva el coche.
"La propia evolución de las suspensiones o los amortiguadores te da opciones de mejorar. La geometría del vehículo da la posibilidad de probar cosas. Y nosotros hemos experimentado y hemos intentado ir en todas las líneas posibles, como la transmisión, el diferencial central que no existe, y que va todo por sensores, porque no hay conexión entre la parte delantera y la trasera. También, esos frenos, que con este coche son del motor eléctrico y son muy efectivos para recuperar energía... Todo eso se busca mejorarlo o potenciarlo, adaptarlo mejor a que la conducción sea más efectiva, y en cada test se le da prioridad en lo que todos los pilotos coincidimos", afirma.
Carlos Sainz incide en que esa falta de potencia la advirtió desde la primera edición. Y, aunque cuenta con otra desventaja, como el peso, al menos lo compensa con esa mejora. “Desde el primer año me he quejado de que teníamos que correr con un coche 100 kilos más pesado en comparación a nuestros enemigos deportivos, y con menos potencia. Incluso a igualdad de potencia era imposible luchar. Yo lo tenía claro y, gracias a Dios, la telemetría me ha dado la razón. Este año nos han dado 15 kW extra, por lo que, aunque vamos con 100 kilogramos más, también tendremos 15 kW más, y eso compensa un poco nuestra desventaja y nos permite competir sin tener que tomar esos riesgos que teníamos que tomar para lograr buenos resultados”, comenta el piloto de Audi.
El español, no obstante, no se quiere ver entre los favoritos. Ni tampoco a sus compañeros de equipo Stephane Peterhansel y Mattias Ekstrom. Y señala a los dos pilotos que el pasado año acapararon las etapas y la general: el ganador del Dakar Nasser Al-Attiyah el 9 veces campeón del mundo de rallies Sébastien Loeb, que batió el récord de etapas el pasado año.
"Nasser Al-Attiyah y Sébastien Loeb, en los Prodrive Hunters, están entre los favoritos. Toyota también cuenta con varios buenos pilotos jóvenes en su alineación. Y desde luego no subestimaremos a nuestro nuevo rival, Ford, con el también ganador de esta prueba, Nani Roma”, afirma Sainz.
Será su 15ª participación en el Dakar y siempre se sospecha que podría ser la última, algo que Carlos Sainz no aclara, ya que, según señala, será su cuerpo el que le marque el límite. “Cada año me someto a las mismas pruebas físicas para saber cómo estoy. Hoy en día, al igual que podemos medir el rendimiento del coche, también podemos hacerlo con el cuerpo. Y estas prueban siempre salen igual. Todo requiere de esfuerzo y trabajo, y a ciertas edades todavía más. Hay que ir bien preparado desde casa para soportar esos 14 días al máximo, especialmente en esas cuatro o cinco horas donde vamos al máximo cada jornada”, señala Carlos Sainz, quien insiste que, una vez acabe la carrera, se hará "las mismas preguntas" y decidirá qué hacer en el futuro. "Me he ganado el derecho a decidir”, advierte.
Con tres triunfos en el Dakar, ganados con tres marcas distintas (Volkswagen, Peugeot y Mini), hacerlo con una cuarta podría ser un buen colofón a su carrera en este Rally. O no.