Se ha pinchado la burbuja de Carlos Sainz. El piloto español empezó el año a un nivel antológico, por encima de su compañero Charles Leclerc y pilotando su Ferrari como los ángeles, hasta el punto de que se subió al podio en cada carrera que disputó de las cuatro primeras -en Arabia no corrió por una apendicitis-, sin embargo desde el Gran Premio de China no levanta cabeza y le está costando cada vez más, primero seguir a su compañero, y segundo a sus rivales, ya que McLaren está cada vez mejor y el margen entre los tres mejores equipos es muy cerrado, pero él está perdiendo el fuelle y las oportunidades de triunfar.
En Imola se abonó al quinto puesto, primero en clasificación, pero salió delante gracias a la sanción de Piastri, pero el australiano le superó en boxes, relegándole al quinto puesto, y manteniendo la selección inicial. Su compañero fue tercero, pero ambos demostraron que los coches rojos están un paso por detrás de los papaya, que son cada vez más el monoplaza a batir tras los Red Bull. De hecho las mejoras que los de Manarello presentaban para su Gran Premio de casa han servido para poco, ya que realmente han estado un paso por detrás de los dos 'capos'. Pero parece que este no era el único problema de Sainz.
El madrileño explicó que desde la entrada a boxes "no estaba contento" y desveló una serie de problemas añadidos con los que se encontró. "Fue un fin de semana difícil para mí, después de la clasificación vimos un par de problemas con el coche que ciertamente no nos ayudaron hoy. Necesitamos investigar con calma y ver qué podemos cambiar, así en Mónaco no sufriré los problemas que tuve hoy, pero estoy convencido de que nos recuperaremos bien". Eso sí, el español no quiso entrar en demasiados detalles y se limitó a añadir que los problemas están "en el lado aerodinámico y también en el motor", además de que sobre todo le afectan al inicio de la carrera.
Ferrari por su parte echa balones fuera y pese a que decidió montar el tercer propulsor de la temporada en el coche de Leclerc por motivos de precaución, algo que no hizo en el del 55, culpa a Sainz de los problemas. Lo hizo por mediación del director del equipo, Fred Vasseur, que habló de las dificultades del español y explicó que los problemas de Sainz estaban relacionados con el tráfico en la pista y la gestión de los neumáticos. "Sobrecalentó demasiado los neumáticos. Pensamos en la estrategia para cubrir el 'undercut' de Mercedes, pero fue una combinación de cosas".