Se está hablando mucho estos días de Fernando Alonso y su Aston Martin. Sobra decir que el asturiano llega a esta temporada de Fórmula 1 con ilusiones renovadas, pero es que a ello se ha sumado el buen hacer de su nuevo coche en los test de Bahrein.
Las expectativas se han disparado. Ya no se habla de pelear en la zona media de la parrilla, sino de verse cerca de los mejores coches. Por ello, cualquier guiño al pasado glorioso de Alonso supone de igual manera un soplo de esperanza por ver al español ganar su tercer mundial en la categoría reina del automovilismo.
En esa línea, la de confiar en un fantástico curso del asturiano, nos hemos encontrado con la noticia de que el Circuito de Barcelona-Cataluña, en el cual se celebrará el Gran Premio de España del 2 al 4 de junio, ha cambiado su trazado para volver al que tenía en 2006. ¿Qué ocurrió en tal año? Pues que Fernando Alonso se llevó la victoria con su Renault.
Por iniciativa de la FIA, se ha vuelto al trazado original del circuito, el cual data del año 1991 y en que no había chicane alguna al final de la vuelta, ya que esta se introdujo justo por deseo de la Federación Internacional del Automóvil, la cual entendió que al quitar esa última curva en la que se alcanzaban los 240 kilómetros por hora se ganaba en seguridad. Puede que fuese así, pero la determinación del presente supone una 'ayuda' para Alonso, quien tiene muy ilusionada a la afición española.
La modificación de la parte final del circuito, la cual se ha hecho bajo las indicaciones de la FIA, hace que el Circuit pase de 16 curvas a 14. Básicamente se pasa de un último sector lento con dos curvas de tercera velocidad a uno mucho más rápido con dos curvas casi a fondo que dan lugar a una mini parabólica para alcanzar la recta de meta.
Una modificación menor
Así es. Lejos de tener que acometer obras importantes, lo único que se ha hecho –siempre bajo los designios de la FIA– es instalar nuevas barreras de protección Tecpro en las dos últimas curvas (13-14), ya que estas seguían existiendo, puesto que son las que se usan en la carrera de MotoGP. Los encargados de homologar los cambios y la seguridad de los mismos han sido Stuart Robertson, responsable de seguridad de circuitos y rallies de la FIA, y Niels Wittich, director de carrera de la Fórmula 1 y delegado de seguridad de la FIA.