El podio conquistado en Paul Ricard por Manu Bejarano, el primero en su andadura por la Lamborghini Super Trofeo Europa, el pasado 4 de junio es ya historia y el piloto sigue preparando un campeonato en el que marcha segundo en la general, sólo por detrás de la pareja dominadora del certamen. Esta semana el sevillano ha rodado en el mítico circuito de Spa-Francorchamps durante dos jornadas de entrenamientos que le han servido para mantener el contacto con el coche, conocer mejor el trazado belga, sede de la cuarta prueba del evento a finales de julio, y acumular kilómetros en la preparación cara a la inmediata cita en Misano de la próxima semana (del 1 al 3 de julio).
Junto a Manu Bejarano más de una decena de coches y pilotos de la categoría Super Trofeo rodaron en tierras belgas. El de Montequinto estuvo siempre en los puestos altos de la clasificación de tiempos, aunque probó también distintas situaciones de carrera, desde tandas largas a diferentes reglajes y presiones en los neumáticos en busca de la mejor combinación.
"Nunca había corrido en Spa y era necesario. Si llegas aquí a la carrera sin conocer el circuito lo pagas. Es un trazado muy complicado y no hay ninguna curva que se parezca a los giros enlazados de Eau-Rouge-Raidillo. Es más cerrada de lo que parece en el simulador o las videoconsolas. La parte más lenta la haces a más de 200 kilómetros por hora y sales a más de 250 kilómetros por hora. Hay que ser valiente y tener mucha confianza para lanzarte a esas velocidades", explicó Bejarano, que añadió sobre esta experiencia. "En la primera vuelta la subida de Eau-Rouge impacta. La fuerza de gravedad que hay que soportar es impresionante. Antes, dando la vuelta de reconocimiento al patinete eléctrico le costaba subir la cuesta". Eau-Rouge es una curva de alta velocidad a la que se llega tras una larga recta en bajada. La entrada de la curva coincide con el punto en el que se empieza de nuevo a subir, lo que causa ese impacto al piloto por el cambio de dirección y altura, ya que se inicia una subida al 10% de desnivel.
El récord oficial de un Lamborghini Super Trofeo en Spa está en 2.19,5 minutos y Bejarano estuvo rodando en torno a 2.19,8. "Probamos distintas cosas cada uno de los dos días, trabajando sobre reglajes y situaciones de carrera después de buscar primero buenos tiempos. También probamos con mucha gasolina, diferentes presiones en los neumáticos y tandas largas para ver cuándo perdemos rendimiento", explicó el andaluz, para quien estas jornadas de test fueron importantes también cara a la tercera prueba del campeonato en Misano, del 1 al 3 de julio: "Es una forma de que no pierda el 'feeling' con el coche. Esto nos vale pensando en Spa, pero también cara a la importante cita en Misano, donde trataré de alargar la buena racha de resultados", aseguró.