Casi dos meses después de su espectacular estreno en la Lamborghini Super Trofeo Europa en Imola, Manu Bejarano se sube de nuevo a su coche para la segunda prueba del campeonato, que tendrá lugar este fin de semana en el circuito francés de Paul Ricard.
El sevillano, debutante en la competición este año, llega a tierras galas como tercero de la general tras sumar dos meritorios cuartos puestos en las carreras de la anterior cita, por lo que ha pasado pronto de ser visto como rookie a un serio rival en busca del podio, claro objetivo para este fin de semana.
"Llego con ganas y en un buen momento. El parón se me ha hecho muy largo y tengo muchas ganas de ponerme a los mandos del coche. En los entrenamientos que hicimos en abril en Paul Ricard rodé siempre en las posiciones altas. Es un circuito que me gusta y el objetivo es pelear por el podio que se nos escapó en Imola", afirmó el piloto andaluz del equipo Imperiale Racing.
Bejarano afronta un intenso fin de semana en el que el viernes rodará en dos sesiones de entrenamientos para ajustar los reglajes del coche al largo trazado francés. El sábado mañana disputará las dos rondas de calificación por la mañana y disputará la primera carrera a las 13:55. Ya el domingo abordará la segunda carrera del fin de semana a las 10:05.
En Imola el piloto de Montequinto arrancó desde la séptima y la quinta posición en cada una de las carreras, escalando hasta el cuarto lugar en ambas. Es por ello que cree que las sesiones de clasificación serán una de las claves de la doble cita. "En Imola es más difícil adelantar. En Paul Ricard hay varios puntos para hacerlo, aunque aun así la clasificación supone casi el 50% de las posibilidades que puedas tener en carrera, ya que mantenerse es más fácil que adelantar. En Imola tuve siempre mucho tráfico en las clasificaciones y no pude hacer ninguna vuelta limpia. Ahora corremos en un circuito más largo en el que será más fácil encontrar espacios para hacer una buena vuelta", explica Bejarano.