La burgalesa
Cristina Gutiérrez, la única mujer española que compite en el
Dakar en la categoría de coches, ha enlazado las tres últimas etapas sin apenas dormir y alimentándose a base de agua y plátanos.
Gutiérrez ha encadenado este jueves su tercera jornada sin apenas descansar. El miércoles completó casi toda la undécima etapa de noche y esta mañana, recién llegada al campamento de
Chilecito, volvió a emprender la marcha al volante de su Mitsubishi Montero, informa su equipo.
El miércoles, en la décima etapa, peligró su continuidad por un problema con una válvula del turbo causado por el exceso de temperatura al forzar por los pasos de ríos de arena.
Al no poder reparar en plena especial, fue remolcada por el camión de asistencia durante unos 400 kilómetros por pistas y dunas muy complicadas, lo que obligó a la burgalesa a mantenerse en tensión durante muchas horas. Pero la piloto de
Burgos llegó hasta la meta tras 19 horas de carrera y clasificada en la quincuagésima posición.
En el campamento, los mecánicos de
ARC-Miracar, dentro de la estructura de
DKR Raid Service, trabajaron a toda prisa para solucionar la avería, aunque le resultó materialmente imposible por la falta de tiempo.
De ahí que el equipo decidiera iniciar el miércoles la undécima etapa, entre
Belén y
Chilecito, nuevamente remolcados para, unos kilómetros más adelante, parar y, gracias a los conocimientos de su copiloto,
Gabi Moiset, terminar de reparar el coche.
Ello permitió a
Cristina Gutiérrez seguir en carrera, si bien cuando finalmente pudo reanudar la marcha era casi de noche. Eso la obligó a pasar las temidas dunas de
Fiambalá en plena oscuridad, guiada por
Moiset. Juntos,y después de múltiples peripecias, lograron llegar a la meta de Chilecito hacia las 6 de la mañana locales de este jueves. La burgalesa se alimentó a base de plátanos y mucha agua.
Tras media hora escasa de descanso en la que los mecánicos aprovecharon para repasar el coche, este jueves fue autorizada a iniciar la duodécima etapa, con cinco horas de retraso sobre su horario previsto.