Piqué, entre Mourinho y Gaspart

Piqué, entre Mourinho y Gaspart
- José Antonio Rivero
José Antonio RiveroJosé Antonio Rivero 3 min lectura
Gerard Piqué es un símbolo del Fútbol Club Barcelona, un jugador que siente el club, criado en La Masia y que defiende su escudo allá por donde va. A Piqué o 'le odias' o 'le amas', pero no deja indiferente a nadie, algo que el central aprovecha para defender sus intereses, aunque a veces esto se vuelva en su contra.

Anoche en el rebautizado Estadio de La Cerámica, Piqué volvió a levantar la polémica tras un partido, centrando él toda la atención y dejando a un lado el tropiezo del Barcelona, que cada vez tiene más lejos al Real Madrid en LaLiga. El central azulgrana, una vez concluido el encuentro, se volvió contra el palco y recriminó, supuestamente a Tebas, la actuación arbitral, haciendo ver a todos un supuesto complot para que el Barça no gane partidos.

No es la primera vez que Piqué critica en público a los árbitros, ni que se encara con algún mandamás o una persona relevante del mundo del fútbol. El jugador, que siempre ha dicho que quiere ser presidente del Barça, consiguió que todo el mundo hablara de su acción tras el partido y se dejara de lado que los culé se dejaron dos puntos que les pone la liga muy difícil. De hecho, Luis Enrique, Busquets, o el vicepresidente del Barcelona no quisieron hablar del tema arbitral y dijeron que "hay que ayudar a los árbitros", a la vez que defendían que estos también "se pueden equivocar". Un discurso totalmente distinto al de Piqué.

Y es que Gerard Piqué se ha convertido en el José Mourinho del Barça, esa persona que dice públicamente lo políticamente incorrecto y al que veneran los más fieles seguidores de su club. El defensor de las causas injustas, aunque éstas sean una invención propia, porque, igual que cuando se quejaba Mourinho, ¿qué derecho tienen Barça y Madrid a quejarse de los árbitros?. A lo largo de la historia, ellos han sido los dos equipos a los que más han favorecido, ya que, en caso de duda, la balanza siempre se posiciona del lado del 'grande'. Lo que le importa a Piqué de su gesto de ayer es lo que ha conseguido con el, la repercusión que ha tenido. Podría haber hablado con Tebas o con quien fuera una vez concluido el partido, pero entonces nadie lo habría visto y no se hablaría de esto. Porque Piqué ya está ejerciendo de presidente del Barça, con un estilo muy de Joan Gaspart, siendo protagonista y llamando mucho la atención, pero todo lo que hace, le salga bien o mal, guste o no, es por el bien del club, aunque vaya en perjuicio suyo.