Van pasando los días y los partidos disputados, y el Villarreal continúa sin mostrar una buena imagen del equipo durante la pretemporada. Su actuación sigue dejando a la vista varias faltas que los rivales pueden utilizar a su favor, una sensación preocupante con la nueva temporada cada vez más cerca. Pese al empate conseguido ante el Niza, la imagen y el rendimiento mostrado fue bastante pobre.
El primer fallo del equipo español ha sido la gran cantidad de ausencias que mostraba, de hecho, el once presentado tenía notables carencias a causa de la falta de jugadores importantes, lo que hizo que fuera completamente imposible superar la gran presión que ejercía su rival.
El Niza y su espléndida actuación dificultó bastante la salida de balón del Villarreal desde atrás y poniendo en una situación de peligro a los españoles. Todo ello influyó también en que el partido se desarrollara a un ritmo muy pausado, por lo que ninguno de los dos equipos fueron capaces de generar peligro en el área rival durante el primer tiempo.
Tras el descanso, el equipo francés salió mucho más activado que antes, por lo que todo apuntaba a que iban a convertirse en los grandes vencedores del encuentro, sin embargo, el central Cuenca bloqueó un remate claro de Muffi y a continuación Ndayishimiye remató delante del portero Jorgensen un rechace en el área pequeña.
La tensión se vivía en el ambiente y pese a que la derrota se veía en la esquina, el Villarreal sacó fuerzas de donde no las tenía consiguiendo adelantarse en el marcador, un momento que todos los aficionados disfrutaron bastante.
La realidad es que conseguir que el Villarreal pudiera tomarse un respiro fue gracias a la actuación de Bereton, que pudo estrenarse y encima destacar como todo un héroe. Esa podría ser la sensación, pero la realidad es que no se trató de táctica, sino más bien de suerte. Su espléndido gol realmente se trató de un tiro mal que pudo arreglar casi sin quererlo.
Pese a que por un momento el Villarreal llegó a sentirse en la gloria e incluso con más confianza, tan solo cinco minutos después el Niza empató tras la gran actuación individual de Muffi. Tras esto, el equipo galo buscó de todas las maneras posibles que los españoles se sometieran a ellos y a su estilo de juego.
Con este partido vivido, ni el club ni los jugadores han demostrado estar preparados para afrontar una nueva campaña, sin embargo, el futuro siempre será incierto, e incluso puede llegar a sorprender. Mañana domingo, el equipo de Quique Setién tendrá una nueva oportunidad para demostrar su verdadera cara y toda su valía.