Le pilló desprevenido en sus tierras cántabras cuando le pusieron la oferta encima de la mesa y quedó patente, meses después, que el vestuario del Barcelona le venía grande. Al menos, aquel equipo azulgrana con Messi, Piqué y compañía.
De aquella experiencia en el Camp Nou hace ya más de dos años (fue destituido en agosto de 2020), pero enfrentarse al equipo azulgrana le va a hacer revivir a Quique Setién la que quizás sea su peor experiencia como entrenador.
Fueron ochos meses los que estuvo en el banquillo culé. Llegó para sustituir a Valverde en enero de 2020 y saldría en agosto, tras el parón por la pandemia, con la llegada de Koeman. En esos meses, cayó eliminado en los cuartos de final de la Copa del Rey con un gol de Iñaki Williams en el último minuto del partido y en su primer clásico perdió 2-0 con goles de Vinícius y Mariano.
Tras el parón por el COVID-19, el conjunto catalán concedió tres empates que le costaron definitivamente el liderato y posteriormente el título de Liga. El 16 de julio, el equipo de Setién cayó 1-2 con Osasuna en el Camp Nou, certificando la pérdida del torneo liguero.
Pero, sin duda alguna, lo que resultaría más dramático fue su papel en la fase final de la Liga de Campeones disputada en Lisboa, donde selló la peor derrota sufrida en la historia del club en Europa tras caer 2-8 frente al Bayern de Múnich. Tres días después de semejante debacle, el santanderino fue destituido, dejando al club catalán sin títulos por primera vez desde la 2007-08.
Y por si estos datos fuesen poco, el choque contra los azulgrana le llega a Setién cuando una segunda ola de críticas comienza a levantarse en contra de su papel en La Cerámica. Las dos derrotas consecutivas frente al Rayo Vallecano y ante el colista Elche han vuelto a generar muchas dudas en la parroquia amarilla. Sobre todo, porque se le ve al equipo cansado físicamente.
Cabe resaltar como único dato positivo para este duelo, que tendrá lugar el próximo domingo a las 21:00 horas, el hecho de que Setién ya ha superado su primer bache este curso y lo hizo precisamente ante el otro 'grande', el Real Madrid, al que venció por 2-1 en la jornada dieciséis.
Ahora volverá a encontrarse con un Barcelona muy distinto al que él dirigió entonces, pero con algunas de sus figuras todavía presentes. Eso sí, no estará Busquets, que estará apartado por lesión entre dos y tres semanas.