Óscar Murillo4 min lecturaMarcelino García Toral, entrenador del Villarreal CF, avanzó en la rueda de prensa previa al encuentro de la sexta jornada en el Grupo F de la Europa League que su equipo "sólo quiere ganar" al Stade Rennais, puesto que, aunque ya están clasificados para las eliminatorias de la segunda competición continental, necesitan los tres puntos para acabar esta fase como líderes y, así, plantarse directamente en octavos, ahorrándose una ronda de 'play off' en febrero ante un tercero de la Champions League que puede ser letal. "Queremos sobre todo ganar. Además, tenemos el añadido de que, si vencemos, seremos primeros de grupo, evitaremos una ronda y a un rival de UCL. Ganar también demostraría que el equipo está bien, a pesar de los diez minutos finales de la primera parte contra la Real Sociedad. Éste es el camino. Tenemos la ilusión y el convencimiento de que podemos ganar este partido. Debemos tener paciencia. Trataremos de igualar su ritmo e intensidad, pero el partido será largo e igualado", zanjó.
El asturiano, que desea borrar de un plumazo las secuelas del 0-3 del pasado sábado, primera derrota de ésta su segunda era al frente de los amarillos, avisa de que les espera "un nivel de intensidad alto, algo común en los equipos franceses", recordando que se trata de un rival al que les "costó mucho ganar allí, donde se pudo dar otro resultado y, afortunadamente, fue una victoria" castellonense. "Mañana, tenemos que volver a ganar, y así intentaremos hacerlo. Sabemos que nos van a exigir un alto ritmo, pero nosotros intentaremos imponer en el campo nuestras armas. Este equipo, estos futbolistas, tienen mucha experiencia, y ojalá tengamos el acierto necesario para ganar. Sabemos que vencer fuera de casa es difícil, y más en Europa, pero somos capaces de competir contra cualquier rival. Tenemos la ilusión y ambición de jugar un gran partido", añadió el de Careñes.
Por último, Marcelino no cree que las bajas o el cansancio sean una cortada plausible en este caso: "Venimos de cinco días tras el último partido, tiempo suficiente para recuperarnos. Sabíamos que habría lesiones. Ya estamos recuperando a algunos jugadores y otros caen. Eso no son excusas. El objetivo es rendir al máximo nivel con los jugadores de que disponemos y ganar. El resto no nos interesa; sólo analizar cómo superar al siguiente rival con los futbolistas que hay disponibles".
"El equipo está bien. Tenemos una gran ilusión en esta competición y en el partido de este jueves, que es un gran reto para nosotros y, si ganamos, nos podría servir también para olvidar la dura derrota del otro día contra la Real Sociedad. Realmente, la presión la tienen ellos, que son los que juegan en casa. Este estadio aprieta mucho, pero los futbolistas amamos el fútbol y jugamos por este tipo de cosas. Nosotros no tenemos nada que perder. Ambos equipos daremos todo y veremos quién gana; contamos con la experiencia necesaria", avisaba el futbolista que acompañó a Marcelino en la sala de prensa de Roazhon Park, un Étienne Capoue que volvía a casa. A Francia, realmente, porque, pese a sus orígenes en la isla de Guadalupe, el mediocentro nació en Niort, a tres horas de Rennes. Tampoco jugó en el equipo bretón, pues se formó en Angers y Toulouse antes de dar el salto a Inglaterra, donde militó en Tottenham y Watford antes de ser amarillo.