Marcelino empieza a ver la luz, pero no vislumbra aún el Villamarín

El Villarreal CF, próximo rival liguero del Real Betis, prepara esta semana su doble compromiso, ya que juega 72 horas antes en el Vélodrome de Marsella, pendiente de la enfermería, pues a las cinco bajas seguras y una probable por lesión se unen los afectados por un virus gástrico que ya lastró a los amarillos contra el Granada CF. Por suerte para Marcelino García Toral, los suyos han alcanzado la velocidad de crucero, con dos victorias consecutivas y rotundas, siete partidos sin perder en realidad, que han servido para recuperar la moral y alejarse de los puestos peligrosos de la clasificación. De momento, tiene la clasificación para Europa vía LaLiga a diez puntos, que serán seguramente siete si derrota a los de Manuel Pellegrini, por lo que la oportunidad es pintiparada.

Aunque parecían rotaciones pensando en la UEL, el de Careñes desveló en sala de prensa que únicamente la entrada de Reina por Jorgensen tenía esa intención. El sueco-danés era uno de los que tenía dolores de estómago y diarrea, aunque el veterano cancerbero va a ser titular este jueves, por lo que su entrenador mató dos pájaros de un tiro. En la sesión de este martes en Miralcamp faltó Coquelin, el más debilitado, aunque ya se vio trabajando sobre el césped a Santi Comesaña, el propio Jorgensen, Ilias Akhomach, Mandi y Bailly. Incluso, apareció un rato Foyth, que lo más probable es que se reserve aún tras su operación en el hombro, mientras que Mosquera, con una sobrecarga, se antoja recuperado.

No trabajaron en la Ciutat Esportiva José Manuel Llaneza ninguno de los lastimados de larga duración, casos de Albiol, Terrats, Yéremy Pino, Denis Suárez y Pedraza. Todos ellos están descartados, mientras que la lógica invita a pensar que los del virus apurarán para volver el fin de semana, entrando otros compañeros, dentro de lo posible, en el encuentro de ida de los octavos de final de la segunda competición continental, que supondrá el regreso a su antigua casa de un Marcelino que tuvo que salir, muy a su pesar, por la puerta de atrás debido a las amenazas y ataques de los ultras del OM, que también la pagaron con su valedor y amigo Pablo Longoria.

Aunque ve ya la luz, de momento el preparador asturiano se centra en escoger un once de garantías para la Europa League, dejando el del Betis para la sesión de descarga del viernes y la más completa del sábado, ya de vuelta en Villarreal.