Tras mucho esfuerzo y sacrificio, el Almería por fin ha podido salir del pozo en el que se encontraba metido, un camino que no ha sido nada fácil pero que finalmente ha merecido la pena.
Después de varias derrotas, poco a poco los ánimos fueron decayendo al igual que el apoyo hacia el entrenador, pues por muchas promesas que hiciera a los aficionados, los resultados dejaban mucho que desear, algo que hizo que incluso su permanencia en el puesto fuera cuestionada.
La jornadas a las que la UD Almería se tenía que enfrentar no pintaban demasiado bien, aunque la esperanza es lo último que se pierde, algo que demostró la pasada noche del domingo ante el Valencia, donde el equipo rojiblanco se hizo con la ansiada victoria en el primer duelo directo por la permanencia del mes de abril.
El Valencia no corrió la misma suerte, volviendo a caer fuera de casa cayendo en los puestos de descenso. En una jornada donde cualquier fallo, por mínimo que fuera, era imperdonable, los de Baraja regalaron los dos goles con error de bulto a un Almería que no dudó por un segundo en aprovechar cada una de las oportunidades que le ponían enfrente.
Si durante la primera mitad del partido ambos equipos temblaban al ver un desenlace de este completamente imprevisible, en la segunda mitad los de Baraja se echaban las manos a la cabeza. Entre la lesión de Nico a los dos minutos de su comienzo y las órdenes de Rubi para que su equipo atacara, el Valencia observaba un partido cada vez más complicado.
Por el momento, se observó un córner lanzado por Robertone que lo cabeceó Babic en el segundo palo tras un error de cálculo brutal del arquero georgiano, un fallo de Mamardashvili y todos sus compañeros. Tras lo sucedido, Foulquier pasó de la marca y Babic puso la cabeza para meter el segundo regalando al Almería otro momento de felicidad.
Llegados a este punto, podía parecer que el Almería ya tenía hecho el partido, sin embargo con todo lo que estaba en juego, el Valencia no iba a regalar la victoria a los andaluces tan fácilmente. El gol de Castillejo devolvió la esperanza a los de Baraja, empujándoles a remontar al conjunto rojiblanco.
Sin embargo, esta felicidad no duró demasiado, pues un Almería muy competitivo volvió a tomar el control del partido, aunque esta vez temiendo que su rival le cogiera de los talones, algo que finalmente no sucedió a pesar de los esfuerzos de este, terminando el partido con un 2-1 para el conjunto de Rubi.