La continuidad de Rubi en la Unión Deportiva Almería está siendo cuestionada después de los resultados obtenidos. Es una realidad. Los aficionados no se encuentran nada contentos con lo que está transmitiendo el equipo sobre el césped. Muchos han pedido la cabeza del técnico.
“Tenemos un equipo muy joven, eso lo sabemos. Pero es un equipo que está trabajando al máximo, que está implicado y que sabemos que es un año que será duro para nosotros. Además ha habido muchas cosas este verano que nos han puesto las cosas aún más difícil ahora al inicio. Pero lo sacaremos adelante porque tenemos a unos futbolistas muy implicados”, estas eran las palabras de Rubi tras el partido ante el Mallorca.
La realidad es que el Almería se encuentra realizando lo que podría llamarse como una segunda pretemporada, ya que el equipo y el planteamiento de los partidos es distinto al de hace tres semanas por ejemplo. Rubi es consciente de ello y también sabe que los resultados no están llegando.
Un equipo con falta de velocidad, de contundencia y de pegada es lo que ha mostrado el Almería en los últimos tres partidos. Este último fue el declive total. El Mallorca llegó pocas veces, es más en la segunda parte tan solo realizó un disparo, y aun así se llevaron los tres puntos.
Tras la tercera derrota consecutiva, parte de la afición ha pedido la cabeza del técnico. Aunque este es claro aferrándose al tiempo. No todo el mundo está de acuerdo, ya que la llegada de un nuevo técnico, propuesto por la directiva árabe, no tendría todas las garantías en su elección.
Un nuevo técnico significa una nueva aclimatación y si los nuevos que han llegado en este mercado se están aclimatando poco a poco a las ideas de Rubi, que llegue una nueva figura supondría un tanto empezar de cero. El tiempo juega en contra de todos, pero el Almería no quiere verse con el agua al cuello.
Es por esto, que la seguridad de Rubi está en cierta parte asegurada, por lo menos durante una jornada más. Encadenar cuatro derrotas seguidas sería poner en el punto de mira definitivo al técnico catalán. Es así. El bloque del ascenso a Primera división está prácticamente intacto y esto lo está pagando en cierta manera el equipo.
La siguiente jornada se medirán al Athletic de Bilbao en San Mamés, sin duda alguna un partido complicado, pero también la oportunidad de dar el golpe sobre la mesa e invertir la situación generada hasta ahora.