El presidente de la Unión Deportiva Almería demostró que tenía ganas de estar en el arranque de liga del equipo en su estreno en Primera división. Lo hizo nada más y nada menos que frente a un Real Madrid de Florentino Pérez que venía de ser Supercampeón de Europa en Helsinki.
Turki Al-Sheikh no podía perderse el estreno de su equipo en Primera división, sobre todo ante todo un Real Madrid. El saudí se dio un festival de masas antes del inicio del partido y saltó al terreno de juego. Guillermo Blanes cedió las acciones que tenía en su posesión al mandatario del club. La afición le brindó un aplauso ensordecedor signo de que se encuentra haciendo las cosas bien en la ciudad almeriense.
Y es que Turki se siente un presidente grande. Casi tan grande como lo es Florentino Pérez para el Real Madrid. No le hace falta demostrar que está haciendo las cosas bien con títulos. La gente sabe lo que está haciendo. Aunque el ascenso también cuenta, hay que decirlo.
El propietario de la Unión Deportiva Almería presume en las redes sociales de su encuentro con Florentino Pérez. Ya se sabe cómo es. Cuando está por tierras andaluzas se deja ver notablemente por los aledaños del que ahora es el nuevo Power Horse Stadium. Carismático desde el primer día en que llegó, se interesó desde el primer momento en cómo funcionaba el mundo en el que se estaba adentrando.
Aunque siempre se ha mostrado con naturalidad, quizás ahí estarían esas ciertas diferencias a la actitud protocolaria de un Florentino Pérez que allá por donde pasa siempre va acompañado por varias personas que están a su merced. Aunque igual Turki también lo haga. Pero ese carisma es distinto al de otros presidentes. ¿O es que ya no se acuerdan de la imagen dándole un cabezazo a Zinedine Zidane?
Un mandatario único, pero que tiene su espejo en todo un Florentino Pérez. Quizás no llegue a estar a la altura estratosférica a la que está el presidente del Real Madrid. Su primer objetivo es la permanencia y ya en un futuro, como dijo su mano derecha, Mohamed El Assy, “poder estar en la Europa League”. Quizás ahora son palabras mayores, pero su equipo le plantó cara y puso contra las cuerdas a todo un Real Madrid por momentos. Pero con la entrada de Alaba se dio muestras de a lo que Rubi se refería con “la otra liga”.