El arquero vigués vivirá un partido muy especial el próximo domingo en Balaídos ante el Celta porque Mariño es natural de Vigo. El portero del Almería, que llegó por la salida de Pacheco al RCD Espanyol, ha sido protagonista en los medios oficiales del club rojiblanco.No será un encuentro más: “Siempre es un partido más especial que el resto, pero sí es verdad que era más diferente las primeras veces, pero ahora la verdad es que se vive diferente. Uno ya está acostumbrado, lo digo entre comillas. Solo he jugado torneos de fútbol base con el Celta en Balaídos; me marché muy pequeño al Villarreal”.“Cuando estaba el Celta no le daba mucho valor al fútbol base, por lo que mucha gente de mi vida acabó marchándose del Celta. Cuando estaba yo no se le daba tanta importancia a la cantera, no subía gente, no se invertía en la cantera... pero ahora es muy diferente porque se invierte mucho en la base. Ahora lo raro es que salga alguien de la cantera y que se marché de allí”, afirma.
“Hemos aprovechado muy bien la semana del parón en Primera División. La semana pasada se entrenó muy bien, hay que darle continuidad de cara a esta semana y con vistas al partido del domingo en Balaídos ante el Celta”, apunta.“Hay que cambiar el chip, no la mentalidad porque es buena porque siempre hemos tenido la oportunidad de ganar fuera esta temporada”, señala.“Creo que el partido en Vigo puede ser un encuentro abierto, pero debemos estar muy metidos y concentrados ante un gran rival. El Celta ya no debe tener problemas y buscan meterse en Europa. Llevan una dinámica muy buena. Debemos jugar con tranquilidad y con mucha responsabilidad”, recuerda el portero del Almería.
El Almería es el equipo con peor bagaje visitante de la máxima categoría de nuestro fútbol, tan duro como real. Todos los equipos de la Primera división han conseguido obtener como mínimo (caso del Elche) una victoria lejos de su feudo. El Almería, todavía no.
Son 12 jornadas a domicilio en las que el equipo de Rubi ha logrado rascar únicamente tres empates, números claramente en dinámica de descenso si nada cambia en los siete partidos que les restan a los andaluces fuera de casa. Los grandes resultados en el Power Horse Stadium en la primera vuelta, que ahora parecen resistirse, son los que han mantenido vivo al Almería en la lucha por la permanencia.
En la última década, sólo Sevilla (2016) y Granada (2017) terminaron la temporada sin victorias como visitante, condenando al conjunto nazarí a Segunda división, mientras el Sevilla conseguía un sorprendente séptimo puesto gracias a los resultados en casa.
También hay precedentes de clubes en estos últimos diez años que han mantenido la categoría con tan sólo una victoria a domicilio. Hasta catorce equipos lograron una triste victoria lejos de casa, consiguiendo seis de ellos (Espanyol, Getafe, Betis, Deportivo, Las Palmas y Sevilla) la permanencia en la élite del fútbol.
Por lo tanto, todo indica que, al menos y siendo optimistas, los almerienses necesitarán ganar como mínimo una vez lejos de casa. Esto hará que sigan dependiendo en grandísima parte de los resultados como local, donde les quedan partidos de una relevancia absoluta contra rivales directos como Valencia, Mallorca, Elche o Valladolid.