La marcha de Sergio Akieme rumbo al Stade de Reims ha dejado dos cosas en Almería: seis millones y medio de euros y un agujero muy importante en el lateral izquierdo. El canterano del Barça estaba siendo con diferencia uno de los jugadores más destacados de la plantilla de Gaizka Garitano en esta nefasta temporada, por lo que su salida es un golpe a la ya de por si mermada línea de flotación del colista. Para suplir la baja del español, el conjunto indálico se ha quedado en la Península, pero no en España, si no en Portugal. Bruno Langa, jugador mozambiqueño del Chaves está ya en la ciudad andaluza para ponerse la rojiblanca antes de que se baje el telón de las transferencias.
Se trata de un defensa de 26 años que lleva en Portugal desde 2019 y pasó por diferentes categorías del fútbol luso, hasta llegar en 2021 a su actual equipo, con el que ha disputado 15 partidos en la primera división en los que marcado un gol. Aunque va a llegar también acostumbrado a la parte baja de la tabla, ya que la entidad flaviense ocupa la 17ª posición en la tabla, a cinco puntos de la salvación.
Langa será el cuarto fichaje de la dirección deportiva de Mohamed El Assy tras Radovanovic, Luka Romero y el 'Choco' Lozano, pero el caso del africano es diferente ya que llega a ocupar el hueco de un jugador muy difícil de sustituir. Akieme era un fijo y su suplente, Centelles, no termina de dar el nivel que se requiere para salvarse en primera división. Por esto, va a estar exigido desde el minuto 1 y deberá acostumbrarse a la velocidad y la exigencia de LaLiga, más aún en un bloque que lucha encarecidamente por mantener la categoría y al que poco a poco se le acaban las oportunidades.
En Almería lo más repetido esta ventana han sido las salidas, la única venta ha sido la de Akieme, pero cedidos se han ido: Mendes al Mirandés, Marciano al Alcorcón, Kaiky al Albacete y Arnau Puigmal al Elche. No obstante, en todos ellos se cree a futuro, por lo que volverán al Power Horse Stadium al final de la presente campaña. Todos los movimientos efectuados por ahora dejan la plantilla aún más débil de lo que estaba y salvo una sorpresa de última hora, que no tiene pinta que vaya a suceder, estar en la máxima categoría del fútbol español en la 2024/25, parece poco menos que un milagro.