Sara Portillo Maya6 min lectura"Hoy nos han robado. Me jode decirlo, pero no hay por dónde cogerlo. Y ya van varias este año. Lo de hoy ha sobrepasado todos los límites, ha sido increíble. No se ha podido hacer más para que ellos ganen el partido... muchas jugadas de interpretación, como el gol con la mano: o es mano, o no, pero jamás hay que ir al VAR. Simplemente no se puede", dijo Gonzalo Melero al culmen del partido que se desarrolló en el Santiago Bernabéu entre Real Madrid y Almería del pasado fin de semana. Un duelo en el que el VAR fue, acertado o no en sus decisiones, protagonista, puesto que sus intervenciones terminaron influyendo en el devenir del partido. El conjunto andaluz, que comenzó ganando y se puso hasta dos goles por delante, terminó siendo remontado. Los de Ancelotti lograron dar la vuelta al luminoso para regalar a su afición un 3-2 y seguir en la zona alta de la tabla, peleando el liderato con el Girona de Míchel. Pero fue un partido que terminó con la indignación del Almería.
No sólo Melero habló al respecto, sus compañeros de equipo también mostraron su indignación. En ese sentido, Marc Pubill declaró lo siguiente: "Hicimos un gran partido, poniéndonos por delante, pero alguien ha decidido que no podíamos ganar, que no podíamos acabar así. Nada más". Por su parte, Edgar González declaró lo siguiente: "Es una sensación de impotencia, de no saber qué pasa. De verlo clarísimo en la tele, nosotros desde atrás y que la decisión sea al contrario. De que el otro equipo le pueda decir de todo al árbitro a un metro de ellos y a nosotros nos saca tarjeta por cualquier cosa por protestas. Muchas diferencias. Yo entiendo que un equipo es el Madrid y el otro somos nosoros, pero al final esto es una competición que debería ser justa para todos y a veces pues cuesta verlo".
Garitano, sin embargo, prefirió morderse la lengua en la sala de prensa. Al ser preguntado por el VAR, se limitó a decir lo siguiente: "Luego nos sancionan por hablar. Mi opinión no sirve para nada. Ya habéis visto lo que ha pasado". Ya sufrió las consecuencias de hablar de más en la temporada 2016/2017, cuando entrenaba al Deportivo de La Coruña, en el mismo escenario, en un duelo donde Joselu, actual futbolista del Real Madrid, hizo doblete para el conjunto visitante y el conjunto blanco terminó remontando en los últimos compases con gol de Sergio Ramos. Ambos hablaron y también recibieron castigo.
En esta ocasión, el Comité Técnico de Árbitros ha tomado cartas en el asunto por las contundentes palabras de Melero, y trasladó esas declaraciones al departamento de integridad de la Real Federación Española de Fútbol. Esta, ha decidido trasladarlas al Comité de Competición, que será el estamento que estudie si merecen o no una sanción. Ahora deberá abrirse un plazo de alegaciones, después se ofrecerá la resolución definitiva. Una vez se conozca el fallo, la bala de 'Apelación' sería la última a la que recurrir. Sus palabras podrían costarle caras al jugador y hay antecedentes, además de los mencionados de Garitano y Joselu, también el valencianista Gayá fue castigado por unas declaraciones con cuatro partidos.
Al conjunto almeriense le podría costar muy caro. Además de los castigos que se esperan a Garitano y Ramazani, los colegiados denunciaron al mencionado Melero y tienen en cuentra a Marc Pubill y Edgar. Cabe recordar que cuestionar la imparcialidad del estamento arbitral está castigado con entre cuatro y 12 partidos de suspensión. El artículo 106 del Código Disciplinario, sobre Declaraciones a travé sde cualquier medio sobre los miembros del colectivo arbitral o miembros de los órganos de garantías normativas, indica lo siguiente: "La realización por parte de cualquier persona sujeta a disciplina deportiva de declaraciones a través de cualquier medio mediante las que se cuestione la honradez e imparcialidad de cualquier miembro del colectivo arbitral o de los órganos de la RFEF; así como las declaraciones que supongan una desaprobación de la actividad de cualquier miembro de los colectivos mencionados cuando se efectúen con menosprecio o cuando se emplee un lenguaje ofensivo, insultante, humillante o malsonante, serán sancionados". Unos castigos que son "de cautro a 12 partidos de suspensión y multa en cuantía de 601 a 3.005.06 euros".