Todo y nada para Youssef En-Nesyri, atrapado en una espiral de mala suerte que le persigue hasta en los días en los que, aparentemente, las cosas le están saliendo bien. Falto de confianza, atenazado por dejarse la piel sin que le salgan cosas que antes bordaba de manera natural... El delantero del Sevilla FC vivió el martes una montaña rusa de emociones en sólo 25 minutos con un gol que desató la eufórica celebración de Jorge Sampaoli y una lesión en los isquiotibiales que no tenía buena pinta. El miércoles fue sometido a pruebas médicas y este jueves se ha ausentado del entrenamiento del equipo nervionense para preparar el partido ante el Rayo mientras en Marruecos cruzan los dedos esperando un parte médico que especifique que su participación en el inminente Mundial de Qatar de 2022 no corre peligro.
A falta de confirmación oficial, o de que Sampaoli ofrezca alguna pista más sobre el estado de En-Nesyri en la rueda de prensa que dará este viernes previa al choque liguero del sábado entre Sevilla FC y Rayo Vallecano, la información que trasciende es mucho más sosegada que la circulaba poco después del partido. El marroquí sufre una lesión muscular en los isquiotibiales y si las pruebas determinan que hay rotura, tendría difícil llegar a tiempo para el Mundial de Qatar; pero hoy, según ha informado hoy Radio Marca, incluso se confía en que su baja sea mínima e incluso pueda jugar en alguno de los duelos previos al parón. Al 2022 de En-Nesyri sólo le faltaría añadir una baja por lesión en el que va a ser su primer Mundial para convertirlo en un dramático thriller psicológico. Después de meter 26 goles en la 20/21, el marroquí arrancó la 21/22 con tres tantos y una asistencia en siete partidos, pero en octubre de 2021 le frenó una larga lesión de dos meses, seguida de otro parón de un mes más por su participación en la Copa de África con Marruecos y por más problemas físicos que mermaron de manera drástica primero su rendimiento y luego su confianza en los últimos meses del curso pasado. La mala racha le ha acompañado en el inicio de la 22/23. No es que le cueste meter goles, es que le cuesta hasta hacer un control bueno. Necesita estímulos y este martes, justo después de encontrarlo, volvió a toparse con la mala suerte.
En-Nesyri marcó el último gol de la 'era Lopetegui' y arrancó de titular en los dos primeros onces de Sampaoli, ante Borussia de Dortmund y Athletic; pero no estuvo nada acertado y acentúo las dudas que ya tenía el argentino con el norteafricano y con Rafa Mir y Kasper Dolberg (tres goles entre los tres). Después de tener sólo 11 minutos en Mallorca y de quedarse sin jugar ante Valencia y Real Madrid -tres choques ligueros en siete días-, inició el partido ante el Copenhague como suplente para salir tras el descanso y marcar en su primera ocasión. En el 61', cabeceó un centro del Papu Gómez y rompió el muro danés, encarrilando un partido en el que el Sevilla FC lo pasó muy mal.
Su celebración -arrodillado, señalando al cielo con los ojos cerrados y suspirando- refleja la ansiedad que siente En-Nesyri por haber pasado de hacer goles como churros y sonar para reforzar a equipos de la Premier League inglesa a golpe de talonario, a ver su continuidad en el Sevilla FC amenazada por ese nuevo perfil de delantero que Sampaoli ha pedido en enero.
Por eso jugar el Mundial es tan importante para En-Nesyri, que necesita lucirse con su selección en este gigantesco escaparate para volver a captar la atención -ya sea la del entrenador del Sevilla FC o la de otros clubes- y sobre todo para remendar esa maltrecha confianza en sus posibilidades, mermada por enlazar ya un año entero atrapado entre el todo y la nada.