La apuesta por el físico de Soumaré en la ventana de agosto, haciendo primar al franco-senegalés sobre otros nombres que comprendían una opción de compra más barata de los 15 millones de euros que habrá que pagar al Leicester el próximo verano para quedárselo, más el alto desembolso por Lukébakio y Sow (contando las variables, pueden llegar a costar 25 kilos entre ambos) en su último año de contrato fue el primer capítulo del 'plan Orta'. El segundo, su firme convencimiento de que Diego Alonso era el técnico adecuado para relevar a José Luis Mendilibar y consolidarse en un banquillo últimamente caliente como el del Sevilla FC. Ahora, llega el tercero, que incluye dos fases: dar la vuelta como un calcetín a una plantilla muy veterana (y, por ende, difícil de encajar en la política de revalorizaciones y ventas que se pretende recuperar) y falta de empaque en determinados puestos claves.
La gran revolución se tramita para el 'impasse' previo a la 24/25. Acaban contrato ilustres que facilitarán la tarea, aunque alguno se terminará quedando, porque no sólo puede haber jóvenes proyectos. Los líderes suelen peinar canas y dar el callo, como Rakitic en El Gran Derbi, cuando la presión atenaza a la mayoría. El director deportivo nervionense gestiona con celo este relevo generacional y la inyección deseada de calidad y hambre en los puestos más demandados por el mercado. Ocurre que, dado que el equipo no termina de despertar, el compromiso adquirido con el míster uruguayo incluye no uno, sino varios retoques invernales. Fundamentalmente, Alonso ha pedido un goleador, un 'play maker' que pueda acostar en las bandas y un extremo desequilibrante. Y, con ciertas dudas y varias alternativas, parece que Orta ha seleccionado ya a sus preferidos en cada rol. Pero hay un problema. O varios, en realidad.
A día de hoy, las 25 fichas de la primera plantilla están ocupadas, por lo que sería necesario dar bajas antes de fichar. Además, el tope salarial está rebasado hasta el límite permitido por LaLiga, que ha anunciado una flexibilización de las condiciones en este LCPD, aunque, igualmente, habría que acometer cesiones, traspasos o rescisiones. Y los señalados, por aquello de ser menos habituales en los planes del entrenador, no lo pondrán fácil. Por ahora, los primeros contactos en este sentido han recibido una mayoritaria respuesta negativa. Con Marcao no hay opción hasta que no salga de su espiral de lesiones, Kike Salas quiere ganarse la confianza del ex seleccionador charrúa y no piensa en el CD Tenerife ni en ninguna otra vía, Gattoni ya desechó propuestas de préstamo en verano y sigue en sus trece... Los rumores acerca de Acuña, Joan Jordán y Óliver Torres, por lo que ha podido saber ESTADIO Deportivo, tienen poca base.
Salvo oferta que interese a los tres últimos mencionados, el Sevilla no se plantea desprenderse de ellos en enero, como tampoco de Lamela o Suso. Su sueldo propiciaría, en cualquier caso, que tuviesen nulas posibilidades de encontrar acomodo en España. Con Januzaj, que acaba de cambiar de representantes para unirse a Promoesport Andalucía, hay más esperanzas, puesto que este tipo de movimientos suele llevar aparejado en el 'cortejo' el traslado de opciones interesantes de futuro. A principios de septiembre, el belga rechazó la propuesta que sí convenció al 'Papu' Gómez (desvincularse a cambio del 60% de lo que le resta por cobrar hasta el final de su contrato), con lo que la prioridad es ahorrarse la mitad de su elevada ficha y que alguien lo acoja cedido con opción de compra. En el caso de Rafa Mir, el ostracismo no empuja al '9', que ha visto ocupada la plaza que quería (el Valencia CF) y prefiere estudiar mejor sus opciones en julio.