Como acostumbra el técnico argentino del Sevilla Fútbol Club, Jorge Sampaoli se ha extendido en sus respuestas durante la rueda de prensa previa al partido del Cádiz, donde ha anunciado que Lucas Ocampos, apenas con dos entrenamientos, tendrá ya minutos frente al conjunto amarillo además de estar buscando la alternativa para la ausencia de Acuña. Pero también el preparador de Casilda ha hablado de todo el 'ruido' que está acompañando al partido ante los gaditanos, con una protesta convocada en las horas previas al choque en los aledaños al Ramón Sánchez-Pizjuán contra el actual presidente José Castro y todo lo que eso conlleva, algo que entiende el míster sevillista pero a lo que responde pidiendo unidad durante el partido.
"Una cosa es la realidad, lo deportivo, donde solo queda trabajar mucho. Los futbolistas están haciendo un esfuerzo enorme, los jugadores deben hacerlo para ganar el partido de mañana, la manifestación popular no tiene referencia a nosotros en la vinculación de prestarle mucha atención, porque si no sería una manifestación que nos generaría ansiedad y eso no nos ayuda. Lo único que hará que el Sevilla salga de donde está es la unidad, el reproche es fácil, la unidad es lo complicado. Debemos tener el apoyo popular para ganar el partido, si no lo tenemos será mucho más difícil porque el jugador lo sentirá así", ha explicado.
Y es que Sampaoli se encuentra, sin duda, ante su reto más difícil en Sevilla: "Sí, interesante para mí como entrenador, es lo más difícil que me tocó, pero me ayuda también para ver cómo hago con las piezas que tengo para generar modificaciones rápidas. Todo se desarrolla de cosas institucionales, políticas, eso también tiene correlación de responsabilidad en lo que suceda al equipo, pero si no nos separamos de eso estaremos contaminados y eso lleva al miedo. Eso genera un grado de no querer jugar, de no querer la pelota, nosotros tenemos que tener valentía, querer la pelota e ir partido a partido, no hay más que el Cádiz, habrá condicionantes en el partido, que seremos alentados si ganamos y seremos repudiados si no ganamos. Nosotros como entrenadores tenemos que hilar eso y trasladarlo a una idea colectiva para ganar el partido. Si se mezcla la política, eso perjudica al equipo".
Sigue pensando que no hay opciones de descenso: "Yo confío mucho en ganar al Cádiz y luego al Elche. Tengo ilusión, sé que falta mucho tiempo, que estamos en un lugar incómodo y tengo la ilusión de poder salir y ayudar. Vine acá en un momento muy revolucionado en muchas facetas y estoy volcado en trabajar con las herramientas que tengo, me estoy probando como entrenador en estas circunstancias, eso me hace crecer y no me da temor, podemos ganar o perder, el martes ganamos con muy pocas 'chances' y en el anterior con más, acabamos perdiendo, pero eso no cambia mi ilusión".al la manifestación ante la "contaminación" del equipo