Es un ganador nato. A sus 62 años, elige muy bien los proyectos en los que se embarca, por lo que, de no haber sido el Sevilla FC, seguramente habría rechazado la oferta. Está claro que la plantilla estaba hecha al gusto de Monchi, claro, pero pensando en Julen Lopetegui, no en el de Casilda, que gusta de extremos abiertos, un delantero móvil y una segunda línea potente, con laterales que desborden y generen superioriades por fuera. A lo mejor tiene premio su apuesta en enero, aunque, hasta entonces, debe conformarse con extraer todo el jugo que se han guardado los que están.
No fue a lo fácil Jorge Sampaoli, que podría haber tocado lo justo por el poco tiempo que lleva al frente y se lo habrían perdonado, aunque es consciente de que a este equipo había que aplicarle el desfibrilador cuanto antes, sacudirlo para que empezaran a caer los goles y, con ellos, la confianza. Tiró de psicología, porque es un motivador excelente. Una especie de 'coach' en el sentido más actual de la palabra, logrando que el arreón inicial que siempre ofrecen los blanquirrojos hasta que las fuerzas aguantan (es una evidencia que el físico es el gran hándicap ahora mismo de los nervionenses) tuviera frutos en forma de gol tempranero y ocasiones sobradas para medio sentenciar.
Pero no pudo evitar el paso atrás de la segunda parte. Lo predijo, en parte, aculando a los suyos en busca del milagro, que no llegó. O casi, porque, sobre lo bocina, hubo dos llegadas pintiparadas para el 2-1. 'Sampa', que no se casa con nadie, zanjó en su comparecencia posterior ante los medios que no habría sido un triunfo justo. Según como se mire, porque el Athletic apretó de lo lindo, pero en ningún momento dio la sensación arrolladora que suele ofrecer en San Mamés y que le ha llevado a puestos de Champions.
"Fue un partido en el que hubo muchas cosas. Empezamos muy bien, con mucha gente conviviendo en campo rival. Pudimos hacer un gol más en los primeros minutos con varias oportunidades. El segundo tiempo fue complicado. Perdimos las formas y fuimos superados. Pudimos haberlo ganado, pero en el transcurso del segundo tiempo se vio a un equipo diferente al que le costó más. Compitió muy por debajo del nivel que tienen los futbolistas. También nos faltó más ímpetu para ir a por el partido, y eso lo aprovechó el Athletic, pues jugamos más tiempo en campo propio ante un buen rival. Dimos un paso adelante en la primera mitad y, en la segunda, sufrimos un poco al tener el arco rival muy lejos", analizaba el suramericano, que abordó otros asuntos.
"El equipo va a generar modificaciones, pero tiene que mejorar en la contundencia. Hoy mejoramos un poco en aspectos defensivos, pero nos falta contundencia ofensiva. Nos faltan goleadores. Que Óliver sea el máximo goleador es muy poco"
"¿Dolberg y En-Nesyri? Son delanteros que necesitan convivir más cerca del arco rival. En el segundo tiempo estaban muy solos en la disputa. Youssef, que es alto y peina bien, no tenía sociedades. Me parece que el equipo quiso defender un resultado por la necesidad de ganar en casa y lo terminó empatando porque no lo fue a ganar. Pero es normal. Viene de momentos difíciles, es un equipo emocionalmente castigado. Quería ganar. Hay que darle un remarco a eso. Todos pusieron corazón, pero no se pudo. Hay muchas cosas por trabajar y mejorar para que el equipo tenga más solidez en todos los momentos del juego"
"Se sentía mejor y yo le pedí que, por el momento que tenía el equipo, necesitaba que protagonizara. Puso en riesgo su integridad física. Lo dijo también el médico. Él lo quiso asumir, pero ayudó al equipo por la jerarquía que tiene. El equipo hizo un gran esfuerzo. En relación a los futbolistas que tiene, necesita mucho poseer el balón. Cuando se pone impreciso, el partido de ida y vuelta no nos conviene. Eso hace que los futbolistas tengan un desgaste mayor. Si el equipo no juega bien, no va a tener economía de fuerza. Hoy terminó desgastado porque jugó mal. Cuando uno juega mal, se desgasta"
"Lo que valoro del grupo es el esfuerzo que hace. Lo que tenemos que mejorar mucho es el juego. El esfuerzo está ahí. Ningún jugador del Sevilla hoy no está con algún dolor; lo dejaron todo. Pero no alcanza sólo con intentar someter en campo rival un solo tiempo. Tenemos que jugar mejor. No yendo detrás del balón, sino jugando con él. En eso tenemos que avanzar. Cuando hay tantas pérdidas en salidas o en el centro de campo en equipos como éste, se sufre. El equipo se metió atrás en el segundo tiempo. Se hizo muy difícil afrontar el partido en esa circunstancia"
"Hay un aspecto emocional que se transfiere a lo físico. El equipo está haciendo un esfuerzo por no tener el control. Es futbolístico, no físico. Si encontramos que sus mayores futbolistas puedan dominar los partidos, nos sufrirá tanto. El equipo corre mucho, y eso genera que no esté jugando bien. Tenemos que mejorar el juego para estar a la altura de los jugadores que tenemos"
"Cada partido tenemos que utilizarlo para mejorar. Hay que poner a los jugadores que estén mejor en cada partido. Nos llega un partido ante un equipo muy fuerte en Alemania. Tenemos que mejorar en tranquilidad para poder jugar. No podemos cometer tantas pérdidas, porque eso va a generar que el equipo sufra. Tenemos que pensar en el presente, en mejorar a corto plazo. Que, por lo menos, el equipo tenga una identidad. Es pronto para que tenga la que nosotros queremos".