Ramón Martínez ha sido esta semana el protagonista del programa de los medios oficiales 'La Cantera', donde mostró su cierta preocupación por el mal momento por el que atraviesan tanto el Sevilla FC, con el que debutó oficialmente en la primera eliminatoria de la Copa del Rey frente a Las Rozas FC, como el Sevilla Atlético, con el que ha seguido jugando pese a ir citado a las órdenes de García Pimienta frente a Real Sociedad y CD Leganés. De esta forma, ha vivido desde el banquillo las dos derrotas consecutivas con las que la escuadra matriz se ha marchado al parón de selecciones de noviembre, así como también fue titular en el K.O. por 1-4 ante el Yeclano, que propicia que los franjirrojos hayan vencido únicamente en uno de sus últimos cuatro compromisos oficiales (quedó aplazado por la DANA el del Intercity) o, si se mira así, que venciera en dos de los ocho inmediatos.
"Estamos dolidos tras la última derrota, porque no dimos la mejor imagen. Hay que pasar página, corregir lo que no hicimos bien y dar el do de pecho el domingo en Alcoy", apuntaba el central, que espera "que sólo haya sido un accidente", manifestando que ya andan "enfocados en esta semana, trabajando al máximo. Es momento de hacer autocrítica, de decir las cosas como son y apretar los dientes para volver a ser ese equipo competitivo que siempre" fueron. De igual forma, indicó que "esto no tiene que empañar todo el trabajo que se viene haciendo", recordando que dependen de sí mismos en todo "en una categoría muy difícil de ganar. Todos los equipos tienen mucho potencial y hay que estar preparados, ya que en su casa son fuertes y fuera siempre intentan sacar lo mejor de sí".
En lo personal, el muleño se encuentra con mucha confianza: "Me estoy encontrando bien y trabajando lo máximo para que no sea efímero. Tenía claro que me quería quedar para aportar lo máximo a este club. El cuerpo técnico me está haciendo sentir muy bien, así como Agustín, el presidente, Víctor Orta... Tengo que seguir trabajando para devolver la confianza a un club con tanta grandeza". En este sentido, Ramón Martínez cree que se puede mejorar: "Siempre hay baches en el camino. En el primer año empecé jugando con Acejo, tuve una lesión y no encontré mi nivel; luego, Antonio Hidalgo me acabó sentando en el banquillo de manera justa, porque no estaba a mi nivel. Cambié mi mentalidad y, con mucha exigencia, buscaba mantener esa regularidad para aportar a ese final en el que fuimos campeones. Ahora, estoy trabajando para conseguir objetivos más ambiciosos".
Por último, el zaguero su estreno con los mayores en tierras madrileñas: "Ya tuve la suerte de hacer la pretemporada con ellos en momentos inolvidables y, ya en partido oficial, más todavía. Son palabras mayores lo que se vivió en Las Rozas, siempre saliendo concentrado y con responsabilidad. El míster es una persona muy cercana con los canteranos y que transmite mucha confianza, con mucha naturalidad. Sientes el hecho de no poder fallar y asumir la responsabilidad que conlleva el partido; también sabía lo que era la Tercera División. Me tomé el debut con toda la naturalidad de saber que estoy preparado y de que todo iba a salir bien".