Un equipo hecho para ganarle a cualquiera que no le gana a nadie desde hace dos meses. Esa sería una definición concisa de este Sevilla FC de diciembre de 2023, un equipo con un rendimiento bastante peor del que tenía un ya errático equipo a mediados del pasado mes de octubre, cuando Marcelino García Toral tuvo sobre la mesa la opción de heredar de José Luis Mendilibar una patata caliente que quemó la efímera etapa de ilusión con el vaco y que ahora está abrasando a Diego Alonso. El uruguayo fue la arriesgada apuesta de un Víctor Orta que aún estaba en Nervión cuando hace 11 años Marcelino pasó por una situación casi idéntica a la actual: con un vestuario viciado y una fractura social capaz de devorar a todo el que se sentase en ese banquillo, por mucho que trabajase para impedirlo.
Y la casualidad. Marcelino fue despedido como entrenador del Sevilla FC precisamente tras una derrota en casa... ante el Villarreal. Fue el 2 febrero de 2012, después de ser ratificado muchas veces por Del Nido, Monchi y el propio Orta, quienes siempre han defendido que Marcelino se encontró con un contexto imposible de reconducir y que fue quien pagó la situación pero no el culpable. Ambas partes siempre han tenido en mente que es de justicia darse algún día una segunda oportunidad. Les gustaría.
Monchi se fue del Sevilla FC con esa reconocida espina y Víctor Orta regresó para sustituirle en la dirección deportiva pensando exactamente igual. Esta segunda parte no ha podido llegar este curso, pues el de Careñes no quería meterse en un nuevo incendio tras salir escaldado de uno de los gordos en Marsella, pero esa puerta seguirá abierta para el futuro. Era el técnico ideal, pero las condiciones que podían ofrecerle no eran gran cosa. De lo que fue y lo que pudo ser a lo que podría volver a pasar, pues ahora Marcelino llega lanzado con un Villarreal al que ha resucitado y con el que ha cambiado de rol, de víctima a posible verdugo, con respecto a aquel Sevilla-Villarreal de la 11/12.
Desde la llegada de Marcelino, el Villarreal ha ganado sus tres partidos: uno de Copa del Rey ante el Zamora (1-2), uno de LaLiga frente a Osasuna (3-1) y el del pasado jueves en la Europa League contra Panathinaikos (3-2), con seis de esos ocho goles anotados por el 'Comandante' Morales un jugador que no contaba para Quique Setién ni Pacheta. Diego Alonso, que sólo ha podido vencer al CD Quintanar (0-3), no conoce el triunfo liguero (cuatro empates y una derrota) ni en Champions (tres partidos, todos perdidos). El uruguayo, que está plagado de bajas y presión, se aferra a las buenas estadísticas históricas en los precedentes entre blanquirrojos y amarillos para no sucumbir ante este mal augurio que le trae el ahora míster amarillo.
El Sevilla FC, que recibe al Villarreal CF en la tarde de este domingo en un partido correspondiente a la jornada 15 en Primera división, sólo ha perdido cinco de los 28 encuentros que ha disputado como local frente a los castellonenses, que además han cosechado en el Ramón Sánchez-Pizjuán otros cinco empates y dieciocho derrotas. En las cuatro visitas a Nerviñon del pasado siglo XX, los amarillos sólo vencieron en una ocasión: en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey 1998/1999, con un 1-3 firmado con un doblete de Moisés y un gol de Craioveanu, frente al tanto del local Gluscevic.
La siguiente vez que el Villarreal ganó en el Sánchez-Pizjuán fue también en la Copa del Rey, en la vuelta de los octavos de final de la edición 03/04, cuando se impuso por 0-2 con goles de Redondo, en propia meta, y José Mari que no le bastó para superar la eliminatoria. Los tres triunfos amarillos en el campo del Sevilla FC en LaLiga llegaron en las campañas 06/07, por 0-1 (gol de Fuentes); en la 19/20, por 1-2 (Albiol, empató Munir y sentenció Toko Ekambi) y, entre medias, en la ya mencionada 11/12, en un 1-2 (Camuñas, Borja Valero y Bruno Soriano, en propia puerta) que le costó el puesto al entonces sevillista Marcelino García Toral.
"Nos vamos a enfrentar dos equipos acostumbrados a luchar en la parte alta de la tabla, pero que ahora no estamos ahí. El Sevilla está necesitado de ganar, como lo estamos nosotros", señaló Marcelino en la rueda de prensa previa a la visita a un estadio que promete estar calentito con los suyos, como ya se pudo ver el miércoles tras la eliminación de la Champions después de dejarse remontar un 2-0 ante el PSV. "Ellos juegan en casa y nosotros venimos de una buena dinámica de resultados. Queremos mantener esa línea, pero sabemos la dificultad de ganar al Sevilla en su campo. Ellos tienen un potencial mayor del que le muestran los resultados, pueden reaccionar en cualquier momento y esperamos que no sea ahora ya en este partido", explicó.