Jorge Sampaoli sorprendía con un extraño sistema, que a vecez era un 4-5-1 y, la mayoría, un rarísimo 5-5 y hasta un 6-4, en el que muchos jugadores bajaban para ayudar en la salida del balón, en la que sufría mucho el Sevilla, y en el que Rafa Mir ocupaba el puesto de extremo derecho.
La solución no funcionó a la perfección y la salida del balón costó ante un City que, a veces, situaba a seis o siete jugadores en campo contrario. Pero la opción de colocar a Rafa Mir y buscarle con balones en largo sí que resultó y permitió a su equipo encontrar un hueco a la espalda de un Sergio Gómez que jugaba muy adelantado.
La lesión de Marcao obligó a Sampaoli a dar entrada a Gudelj antes de lo que pensaba. Y, en el descanso, Suso y Telles suplieron al Papu y Acuña para mantener la misma idea con hombres más frescos. Pero el acelerón pegado por el City obligó al entrenador argentino a agotar cambios para tratar de recuperar el centro del campo y, cuando parecía que podía, al menos, dar pelea ahí, llegó la magia de De Bruyne, la frialdad de Julián Álvarez y, luego, el error de José Ángel y el partido se acabó.
Varios errores en la salida de balón, aunque la situación de su equipo le obligaba a asumir una responsabilidad que debería tomar otro. Alternó paradas espectaculares, como un cabezazo de Dias, con errores en las salidas que pudieron costar caro. En los goles poco pudo hacer, estaba vendido.
Todos los defensas cometieron errores y Montiel no fue la excepción. Sufrió mucho en la primera parte con Grealist, pero aguantó y fue de los mejores del Sevilla.
No hizo su mejor partido, se le notó su inexperiencia en estos duelos y cometió un error grosero en el tercer tanto del City.
Suspender a un defensa con la avalancha que les llegó... Notó la inactividad, pero evitó varias opciones claras del rival y se quedó como único central tras la lesión de Marcao.
Llegaba con molestias y aguantó hasta el minuto 44. Tuvo algún error en la salida, como todos los defensas, y tuvo que batallar con los delanteros del City. No dio opciones por arriba y cerró el centro para obligar a sus rivales a buscarle por las bandas.
Doble papel de lateral y extremo. Se desfondó en la primera mitad y, como tenía planeado, Sampaoli lo cambió al descanso.
Con el equipo tan metido atrás era clave el papel de Isco y del Papu para mantener la pelota mientras su equipo adelantaba líneas. Aguantó bien,
Se estrenaba como titular y aguantó los noventa minutos, pese al fuerte desgaste defensivo que tuvo que hacer. Incluso, tuvo un gol en la prolongación.
Desaparecido en ataque y sacrificado en defensa. Ayudó a la defensa para cortar, por el centro, las entradas del City y dio salida de balón ante la fuerte presión rival.
Tuvo que defender más de lo que acostumbra y fue sustituido al descanso. Ofreció apoyos a Isco y cambio de juego, que tanta falta le hizo al Sevilla para escapar de la presión 'citizen'.
Su gol dio esperanzas al Sevilla y, aunque erró otras tres ocasiones más, hizo un partido muy completo, en el que se tuvo que fajar en defensa.
Le tocó defender ante la avalancha del City y aguantar las acometidas de la segunda mitad. No cometió errores y eso ya es mucho.
Falló en el gol de Lewis con un pase al centro incomprensible que provocó un robo y una entrada solo del joven lateral británico, que le volvería loco mientras estuvo en el campo.
Totalmente desaparecido, casi como si no estuviera en el campo. El gaditano entró para hacer del Papu y no tuvo oportunidad.
Su salida ayudó, en un principio, a que el Sevilla, con un fútbol más dinámico y directo, se sacudirse el dominio absoluto del City en el arranque de la segunda mitad. Se fue diluyendo junto a su equipo.
Entró cuando peor estaba el partido y casi no apareció.