El entrenador del Sevilla FC, Julen Lopetegui, superó este sábado el ultimátum que le dio el club con una sufrida victoria contra el RCD Espanyol en el RCDE Stadium (2-3), con un gran papel de los dos canteranos a los que le dio la titularidad, un buen arranque con hasta tres goles de ventaja y un tramo final de infarto en el que destacó que el equipo por fin supo "apretar los dientes y sufrir".
"Siempre es importante ganar y más cuando llevas cuatro partidos en los que no lo has conseguido, pero son tres puntos y nada más", señaló en rueda de prensa el entrenador del Sevilla FC, despejando así la pelota de presión que ha recibido en una semana en la que se ha hablado mucho de un posible despido en caso de no ganar en Cornellà, con Marcelino, Sampaoli o Pochettino.
Lopetegui se mostró "muy satisfecho" de poder celebrar el primer triunfo de la temporada "en un escenario complejo" y ensalzó las virtudes del RCD Espanyol de Diego Martínez, que no paró de atacar y de buscar revetir un marcador que se puso de cara para el Sevilla FC a los 47 segundos con el tanto de Lamela.
El técnico vasco elogió la actitud de sus hombres, especialmente la "frescura" de Carmona -bigoleador y asistente- y Kike Salas, al tiempo que consideró que recuperarón ese "ADN combativo que han demostrado desde hace tres años". "Sufrir juntos refuerza al grupo", añadió, antes de volver a abogar por pasar página "y centrarse ya en el siguiente compromiso", el próximo miércoles contra el FC Copenhague, en la segunda jornada en el Grupo G de la Champions.
Julen Lopetegui se quejó en su día del "penaltito" que le costó la derrota en Pamplona en la primera jornada de LaLiga y volvió a torcer el gesto al ser preguntado por las manos de Acuña que dan origen al 1-3, gol de Joselu de penalti en el último minuto del tiempo añadido de la primera mitad.
"Una pena máxima debe ser un hecho contundente y un jugador (en referencia a Acuña) no puede saltar con los brazos pegados a la espalda", señaló, en clara disconformodidad con la decisión del árbitro y admitiendo que ese gol cambió el panorama de cara a una segunda parte muy sufrida.
"El 1-3 nos ha hecho dudar otra vez y la cabeza en el fútbol es muy importante. Hemos intentado tranquilizar a los chicos", desveló, sobre esos tensos minutos en los que el Sevilla FC defendía una exigua renta de 2-3 con dos jugadores menos por la expulsión de Lamela y el mareo de Fernando, que se pasó casi todo el tiempo añadido siendo atendido en la banda por mareos.