"Este año es diferente tras varias lesiones. Estoy mejor, trabajando para ganar todos los partidos, independientemente del adversario que haya enfrente. Tras dos años muy difíciles por las lesiones, estar cerca de la familia me ha ayudado, y luego mi psicóloga. Pensaba que era una tontería y, cuando pasaron los momentos difíciles, me ayudó a pasar por este proceso; también mi agente. Por eso me quedé ya más tranquilo y más calmado con la situación. También tuve que cambiar muchos hábitos como la alimentación, los entrenamientos... Conseguí hacer las cosas bien para estar mejor este año", ha explicado en el programa 'El cubo' Marcao Teixeira. El brasileño, que se abrió en el canal de Twitch del Sevilla FC, agradeció igualmente la confianza a García Pimienta: "A principios de temporada, el míster se quedó contento conmigo en una difícil situación".
Y añadía el central zurdo que, no obstante, tuvo que hacer un esfuerzo para sobreponerse al primer palo gordo de la pretemporada, aunque utilizó los recursos a su alcance para dar el paso que precisaba la situación en cuestión. Y, salvo sustos y contratiempos puntuales, el ex del Galatasaray cree haber pasado ese punto de inflexión que propiciará que sean muchas más las semanas en las que esté a disposición del míster: "Contaba conmigo y yo me quería quedar; si el entrenador quiere que yo me quede, eso es importante para mí. Hablamos antes del partido de Orlando para decirme que no iba a jugar y la psicóloga me dijo que mantuviera la cabeza fuerte y demostrara que me quería quedar. Fue el entrenar más, hablar con mis compañeros. No tuve ofertas claras, porque siempre quise quedarme aquí. Física y mentalmente es el mejor año de los tres que llevo aquí". Además, habló de otros muchos temas.
"Para mí, ser capitán es un orgullo. Para ser capitán de un club como el Sevilla FC es porque el club y los compañeros piensan bien de ti, lo pide el grupo y todos están de acuerdo. Yo pienso en el colectivo; si están contentos y felices, para mí es lo más importante... El fútbol es así y la vida pasa muy rápido, pero tienes que estar con la cabeza bien. El nivel de concentración y exigencia debe estar alto y, cuando no van bien las cosas, tienes que seguir, nada puede cambiar".
"Un entrenador muy simple. Cuando tiene que hablar, lo hace a la cara. Yo no había jugado apenas y me puso ante el Manchester United. Lo hablamos, que iba a jugar 60-70 minutos. Mendilibar anunciaba la alineación en el vestuario y, cuando dijo el once, me marché al centro del campo. Allí hablaba con Pepe (Conde), hasta que llegó el entrenador. 'Tú querías jugar, eh', me dijo. Bono llegó después y me dijo que iba a jugar, que estuviese concentrado. Al final jugué unos minutos y se me acercó Bono otra vez y me dijo... 'te lo dije'".
"No consigo responder sobre Jesús, porque es un jugador muy grande. Ha ganado muchas cosas con el Sevilla, con la selección... no sé qué hablar de él, porque su carrera lo dice todo. Ahora se retira a final de año y sigue entrenándose igual que cuando yo llegué. No hay palabras para hablar de nuestra leyenda. Incluso sin poder caminar está pensando en el partido y motivando a los más jóvenes, es de locos".
"Yo pienso en cada entrenamiento y en cada partido. Venimos en una buena evolución, tenemos muchas cualidades. La ambición y la garra que tiene este grupo es enorme. En Bilbao fue un partido difícil y el equipo nunca se rinde, por ejemplo".
"Quería sacarme el pasaporte español, estoy dando clases de cultura, de historia... Aún no se al 100%. Me preguntan un poco de todo; tengo cuatro meses para aprender todo sobre España. Es una presión para mi y para la profesora".