Parecía que el derbi se iba a resolver sin incidentes más allá del terreno de juego después de una previa marcada por la ausencia en líneas generales de problemas entre las aficiones en la previa, lo que se prolongó durante el choque entre Betis y Sevilla en el Benito Villamarín.
Sin embargo, a la conclusión del partido sí que hubo que lamentar una serie de encontronazos e incidentes que emborronaron un derbi en el que, hasta el momento, había transcurrido con normalidad.
Lo único reseñable en las horas previas al derbi fue un pequeño pique entre hinchas en los aledaños del Benito Villamarín al saltarse cuatro hinchas sevillistas el cordón policial y ser increpados por algunos aficionados verdiblancos como se puede apreciar en este post de la red X. Las autoridades los expulsaron y todo quedó en nada por fortuna.
El primer incidente de importancia ocurrió una vez pitado el final del choque y se produjo en el primer anfiteatro de Preferencia del estadio entre aficionados béticos y sevillista, a priori, familiares de los futbolistas nervionenses, según apunta El Desmarque.
Así, estos últimos habrían provocado a los heliopolitanos con diversos gestos, como hacer un 'siete' por los títulos ganados por el Sevilla, lo que derivó en un carrusel de insultos que se convirtió rápidamente en una trifulca en la que tuvo que intervenir la Policía Nacional para calmar los ánimos y evitar males mayores.
Más grave si cabe fue lo sucedido cuando terminó el envite y la expedición sevillista se disponía a volver a Nervión una vez amarrado un punto, pues un aficionado bético completamente incivilizado se dirigió hacia el autobús sevillista cuando salía de la explanada y estampó una botellla de cristal en las lunas del vehículo, lo que, probablemente, provocaría un tremendo susto a los nervionenses. Rápidamente la Policía se percató y salió corriendo detrás del hincha para detenerle por su acto vandálico.
Por suerte, el impacto no provocó daños personales más allá de los materiales al autobús, si bien fue una pena que esto ocurriera después de un derbi que en líneas generales transcurrió sin problemas y con buen comportamiento de las aficiones, como debe ser más allá de la guasa y de la rivalidad sana propia de la capital hispalense. No obstante, siempre hay algún desaprensivo al que le gusta dar la nota y que nada tiene que ver con el Betis, ni con el Sevilla ni con el fútbol. Por desgracia, existen en todos lados.