"Más de 12 horas en un aeropuerto abandonado en Libia después de que nuestro avión se desviara mientras descendía. El gobierno libio rescindió nuestro aterrizaje aprobado en Bengasi sin ningún motivo. Cerraron las puertas del aeropuerto y nos dejaron sin conexión telefónica, comida ni bebida. Todo para jugar a juegos psicológicos. Ya he vivido cosas así antes, jugando en África, pero este comportamiento es vergonzoso". Esta es la denuncia en redes del capitán de Nigeria William Troost-Ekong por la pesadilla que están viviendo todos los integrantes de las Super Águilas en Libia, entre ellos los dos sevillistas Ejuke e Iheanacho.
Los dos fueron convocados por Bruno Labbadia por los dos partidos contra Libia y han sido víctimas de una retención de más de doce horas en el pequeño aeropuerto Al-Abraq, a dos horas del destino que estaba previsto, prácticamente hacinados y "sin comida ni bebida", tal como han relatado los damnificados.
La expedición se desplazó a Libia para disputar el martes el segundo partido contra los libios de este parón tras el 1-0 en tierras nigerianas, pero, ahora, tras ser retenidos en pésimas condiciones, se niegan a saltar al terreno de juego como represalia.
La Federación Nigeriana de Fútbol (NFF) emitió un duro comunicado al respecto sobre lo sucedido. "La delegación de Nigeria para el partido de clasificación para la Copa Africana de Naciones 2025 del martes contra Libia aún permanecía en el aeropuerto Al Abraq 12 horas después de aterrizar en Libia. De manera extraña y peligrosa, el avión alquilado por ValueJet fue desviado hacia un pequeño aeropuerto alejado de Bengasi justo cuando el piloto estaba completando su aproximación al aeropuerto de Bengasi", explica el comunicado.
"Los jugadores y funcionarios fatigados permanecieron desconcertados mientras la Federación Libia de Fútbol, anfitriona, no envió ningún equipo de recepción o incluso vehículos para trasladar a los miembros de la delegación desde el aeropuerto hasta su hotel, que se dice está a tres horas de distancia en Bengasi. La NFF había hecho los preparativos para que el equipo tuviera vehículos separados, pero el plan se vio frustrado por el desvío de la aeronave. Los jugadores han decidido no jugar el partido, ya que los funcionarios de la NFF están haciendo planes para que el equipo vuelva a casa en avión", señaló la NFF sobre el vergonzoso trato recibido por la selección nigeriana.
Un incidente lamentable que, obviamente, repercute directamente al Sevilla por la pesadilla vivida por Ejuke e Iheanacho.