Fernando Mateos4 min lecturaEl pasado 31 de mayo, el Sevilla FC levantaba su séptima Europa League al derrotar en la tanda de penaltis a la Roma en el Puskás Aréna de Budapest. Ese fue la última vez que se pudo vestir de corto Bryan Gil, quien partió como titular y fue sustituido en el descanso. Desde entonces, el barbateño ha vivido 5 meses de calvario, si bien ya comienza ver la luz al final del túnel.
El pasado agosto, el extremo tuvo que pasar por el quirófano para operarse de pubis, lo que le impidió participar en la pretemporada de un Tottenham donde no ha acabado de cuajar desde su aterrizaje en 2021, lo que propició sus cesiones invernales al Valencia, esa misma campaña, y al propio Sevilla, el pasado curso. Pero en Londres aún confían en su fútbol.
Como él mismo confirmó tras acabar su segunda etapa en el club de Nervión, fueron sus ansias de jugar las que le llevaron a forzar, sabiendo lo que vendría después. "Fue decisión mía. Me recomendaron que parase, porque antes o después me daría problemas. Yo me encontraba en condiciones de jugar, con molestias pero en condiciones, y quería aprovechar mi corta etapa con el Sevilla. Forcé porque quería jugar. Después de estar cinco meses con escasos minutos, lo que me apetecía y lo que quería, y aún más en Sevilla, era jugar. Pero sabía los riesgos que podía tener. De hecho, la mayor parte del período en Sevilla tenía que usar medicación para, así, poder jugar y entrenarme”, explicó al respecto en su día.
Pese a ello, el nuevo entrenador de los ‘Spurs’, Ange Postecoglou, cerró la puerta a un nuevo préstamo del andaluz, esperando pacientemente a su recuperación, que ya es una realidad. Después de estar en el banquillo en los dos últimos partidos ante Luton y Fulham, Bryan Gil volvió a jugar este pasado viernes ante el Crystal Palace.
A sus 22 años, y con contrato en vigor en el club londinense hasta 2026, Bryan Gil aún tiene mucho que decir. La competencia es dura, con gente como Son, Kulusevski, Brennan Johnson y Solomon. Pero la idea de su entrenador es pueda ser un recurso más.
A partir de ahora, por tanto, el ex sevillista, internacional absoluto en su momento, tendrá que seguir trabajando para responder a esa confianza del técnico griego. De nuevo, la opción de una cesión cobraría fuerza si no logra gozar de oportunidades de aquí a enero. En Nervión, ya hay ex compañeros como Lamela que le acogerían de nuevo con los brazos abiertos.