Debería haber sido una fiesta por todo lo alto, pero se ha quedado muy lejos de ello. El Real Valladolid logró el ascenso a Primera división en la penúltima jornada de la Liga Hypermotion, la cual también sirvió para escuchar como la afición pedía la dimisión de su entrenador, Paulo Pezzolano. Éste, lejos de mantener un perfil bajo, primero respondió diciendo que no podía llevar a sus hijos al estadio por los insultos, y ya en la celebración replicó él mismo los cánticos que exigían su despido... Sí, la situación ha sido surrealista y ha terminado por tomar tintes de enfrentamiento frontal con las últimas declaraciones del preparador, quien desde su natal Uruguay ha hablado sobre el tinte xenófobo de la afición.
Para ser exactos ha sido en el medio Sport 180 en el que el entrenador denunció que Valladolid era una ciudad "particular" y que había escuchado cánticos de "sudaca, vete a Uruguay", una situación de desprecio que ha padecido por ser extranjero. Como es lógico, tal acusación no ha sentado nada bien en el seno de la entidad pucelana, la cual le ha contestado a través de un comunicado oficial rechazando cualquier opinión respecto a posibles tintes xenófobos de su afición, así como generalizaciones negativas sobre la ciudad. Además, advierte de que los incidentes aislados que se han producido no pueden emborronar mínimamente la ejemplar convivencia.
"Por supuesto, el Real Valladolid reprueba enérgicamente, como ya ha mostrado en numerosas ocasiones, toda muestra de racismo o discriminación. Valladolid es una ciudad acogedora, respetuosa y maravillosa. Un lugar de encuentro con ciudadanos de carácter hospitalario e integrador, como también lo han sido los aficionados del Real Valladolid demostrándolo a lo largo de 96 años de Historia con su cariño a jugadores, técnicos y trabajadores sin importar su país de origen", expresa la misiva del club.
Por otra parte, la entidad también ha criticado las declaraciones del entrenador sobre la posible venta del club blanquivioleta por parte de Ronaldo, en las que dijo que "lo más seguro es que lo venda, pero manteniendo su gestión deportiva, por lo que no cambiaría nada internamente". Así contestan:
"En ningún caso corresponde al técnico valorar, comentar, juzgar o informar acerca de las operaciones que se puedan llevar a cabo sobre la propiedad de la entidad. El presidente de nuestra entidad ya explicó en las celebraciones por el ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional que tiene ofertas sobre la mesa y que sopesará en estos días su decisión al respecto, siempre con la prioridad de tomar el mejor camino para el Real Valladolid y sus aficionados", afirma.